Defensor Sporting es el vigente bicampeón de la liga femenina de básquetbol y en parte se debe al excepcional trabajo defensivo de sus jugadoras, la unión grupal que existe, y a su entrenador, Gino Alderete.
Por lo tanto, desde Aleras nos dimos el gusto de charlar con él sobre la metodología de trabajo, entre otros aspectos, que llevaron a lograr esta hazaña y de cómo planea enfocar la competencia internacional que deberá afrontar en los próximos meses.
Parte grupal
¿Qué tan importante es tener un buen grupo para lograr resultados?
-“La unión del grupo es uno de los pilares del método ya que logra que la transferencia de ciertas ideas puedan plasmarse en la cancha y que en momentos adversos dónde no encontramos nuestro básquet, la cohesión y solidaridad hagan la diferencia”.
¿Cómo se manejan los egos de jugadoras más experimentadas?
-“Justamente al tener un buen grupo lo regulan ellas. Es cierto que existen casos puntuales pero hay un acercamiento entre el cuerpo técnico y jugadoras de mucha confianza que permiten solventarlos a través del diálogo”.
Metodología de trabajo
¿Cuánto trabajás la táctica y estrategia con tus jugadoras?
“En la pretemporada acostumbramos a trabajar más en la técnica individual y en ciertos aspectos más esenciales, aunque cuándo estamos ya en plena temporada de liga nuestros entrenos son un 60-70% de táctica y estrategia. Es una realidad que también depende del rival de turno, el cómo estemos en la tabla y de las jugadoras que tengamos a disposición”.
¿Cómo se maneja el tema scouting por parte del club?
“Hemos tenido devoluciones muy positivas en este aspecto. Hacemos scouting práctico y audiovisual, tenemos una base de datos estadísticos muy avanzada, analizamos mucho los partidos y a nuestros rivales. Nuestra planificación se basa más en la matemática que en las sensaciones. Así que esa área con Adrián Torres está más que cubierta”.
¿Cuál es tu método para ir introduciendo y haciendo participes a jugadoras de formativas al primer equipo?
“Primero que nada se les genera un espacio en la primera división para que vayan teniendo minutos e ir compartiendo con las jugadoras más experimentadas. Además tenemos como regla de grupo que justamente las jugadoras más consolidadas las “cuiden” y ayuden en ese proceso ya que consideramos que son nuestro mayor tesoro. Hay que ser realistas también en que nos atrevemos a tomar riesgos y ponerlas a prueba en partidos dándoles cierto protagonismo y hasta cierta responsabilidad en encuentros que creemos que pueden tener situaciones de éxito”.
¿Cómo lográs llegarle a jugadoras más consolidadas para que sigan puliendo su juego y así tal vez en un futuro emigrar?
“La comunicación y transparencia es lo que logra que llegarles sea más fácil. Luego trabajamos también con scouting individuales, que a través de números y videos les mostramos errores y aciertos para que puedan mejorar o potenciar sus virtudes. Además les vamos dando ciertas responsabilidades que estén a su alcance para mantenerlas motivadas”.
Incorporaciones y expectativa – Liga Sudamericana
¿En qué aspectos crees que potenciará al equipo el regreso de Giannina Tiscornia y las incorporaciones de Pierina Rossi y Carolina Curbelo?
“Sin duda vamos a tener más goleo, contando con distintas vías de gol y un banco mucho más largo. Potencia desde todo punto de vista ya que se va a poder elevar el nivel de los entrenamientos y por sobre todo van a aumentar el tono defensivo, algo que nosotros no negociamos”.
¿Cuáles son tus expectativas para la Liga Sudamericana?
“Las mismas que para el torneo local. Tratar de ser competitivos sin dejar de proyectar juveniles. Queremos dejar a Uruguay bien representado y honrar el trabajo que se hizo en estos últimos años para poder dar la sorpresa”.
FAVORITISMO Y PAYSANDÚ
¿Te molestó que para varios medios no se había nombrador a Defensor como uno de los favoritos al título a pesar de ser las vigentes campeonas para esta última temporada?
“No nos molestó, es cierto que nos llama un poco la atención cuándo no se nos toma como un equipo que va a animar la liga. Esto genera un poco de rebeldía y toca el orgullo, aunque últimamente se volvió un arma secreta para nosotros” (entre risas).
Para finalizar, al habérsele visto las dos veces que campeonaron con la bandera de Paysandú le preguntamos qué representa el ser Sanducero para él:
“Es un orgullo y responsabilidad muy grande, existe un nivel de jugadores y entrenadores muy bueno, lo que hace que no sea sencillo prosperar allí y creo que habría que prestarle más atención. Así que es un orgullo haber aprendido de entrenadores y jugadores de ahí”.