Se llevó a cabo en Paysandú la segunda final de la Liga Femenina de Básquetbol (LBP), en encuentros programados y disputados entre Centro Allavena vs Centro Pelotaris para un cierre al mejor de tres partidos. Centro Pelotaris se consagró campeón de la Liga tras llevarse la serie en 2 partidos, esta segunda final tuvo un resultado final de 63 a favor del campeón Pelotaris a 47 para el subcampeón Centro Allavena.
Foto: LBP
Tras estas finales y un campeonato altamente disputado, volvimos a conversar con Romina Lima (Neutral del femenino, secretaria de la Liga en Paysandú y secretaria de la Organización del Básquetbol del Litoral – OBL) sobre como se vivió esta final posterior a tan fructífero campeonato, desde el punto de vista como integrante de toda la organización y como espectadora presencial de toda la Liga Femenina de Paysandú
Lo que dejó las finales y el transcurso completo del campeonato:
La impresión que nos dejó es que, al haber terminado el torneo U17 el cuál lo ganó Centro Allavena, este siendo el Torneo Femenino de Mayores que siempre es el más picado, y es la primera vez que se hace en los clubes. Con canchas llenas, con banderas, colorido, el público que acompañó, realmente lo que se vivió acá en los dos partidos, en la primera localía que la tuvo Centro Pelotaris y en esta segunda Centro Allavena (ganándolo Pelotaris en dos partidos sin ir a tercero), una fiesta el acompañamiento de la gente, se vendieron el total de las localías de lo que el aforo permitía, realmente fue impresionante.
Y no solo por eso, uno que lo mira desde octubre, nosotros empezamos en octubre del año pasado con el femenino, que además en Paysandú hace un año atrás se dio la particularidad de que ninguno de los clubes en masculino quiso jugar en cancha abierta, por la pandemia se habilitó solo jugar en cancha abierta mas o menos a esta altura del año pasado, solo femenino terminó los campeonatos el año pasado, el cuál era un femenino incipiente, el cuál estaba recién arrancando con toda la formalidad.
Ahora mirarlo, todo lo que se ha avanzado y el boom que ha sido el femenino, para mi que soy la que ando siempre atrás tratando de ayudarlas, apoyarlas, que esté organizado todo, que tengan lo mejor, que no les falte nada, es algo que me emociona y me llena de orgullo, la calidad de los entrenadores y las entrenadoras, la calidad de las jugadoras, el trabajo en equipo, como se han logrado organizar, la verdad que todo.
Desde el lugar que le están dando al femenino creo que es impresionante, cuando antes luchábamos por una canchita alternativa, que nos dejaran un ratito practicar, porque siempre fue así el femenino, creo que acá y en muchos lugares, y ahora poder decir que tenemos un campeonato de femenino, que empezamos el año pasado siendo el preliminar del masculino, porque siempre la Liga dio el apoyo de que quería realmente repuntar el femenino.
Mirar y decir “Estamos en Octubre, recién hace un año atrás arrancamos” y tenemos este boom, este espectáculo que fue lleno de gente bombos, las batucadas, chiquilines jóvenes alentando a sus compañeras, los papás ni hablar. Una organización de primera, los propios clubes que se ponen de acuerdo y se reparten la cantidad de entradas que hay de aforo, mitad para cada uno y que se organizan (unos entran por una puerta, otros ingresan por otra) cumpliendo con todo el protocolo.
Realmente fue una fiesta Impresionante, y sobre todo ver ese saludo de comienzo y ese saludo de final, de que el femenino somos todas y todos los que lo hacemos, que esas rivalidades de “Yo soy de Pelotaris” “Yo soy de Allavena” “Yo soy de otro” que se vayan porque en definitiva somos todas un equipo solo, somos Paysandú.
En eso el torneo OBL y las selecciones ayudó mucho, conocer a los otros entrenadores, “me tocó entrenar con otro entrenador y tenía un pre concepto de él” fue lo que le pasó a muchas chicas, y bueno, aprender a entenderlo al otro entrenador y saber que no había ninguna mala intención, que siempre lo vi como el ”enemigo” porque en general cuando uno se hace hincha de un club se posiciona tanto en ese lugar que cree que el otro siempre quiere sacar una ventaja o hacer mal y en realidad no es así. Entonces creo que lo que se está construyendo y sobre todo este año lo que vi es una calidad en las jugadoras, en el trabajo en equipo.
Hablando de desarrollo del partido
Desde la visión deportiva Pelotaris tiene un equipo mezcla entre mayores y juveniles, también con la presencia Antonia Basualdo que se lo permite la Liga de Paysandú y por supuesto Aguada jugando allá (Montevideo) y acá. En este último partido Allavena se reforzó con jugadoras como Mariana Álvarez y Romina Giossa que están jugando en Remeros de Mercedes junto con la entrenadora Valeria Bianchini, pero aún así no pudieron con la rapidez y corrida de cancha que tiene Centro Pelotaris, quienes poseen una rapidez de juego muy intensa, jugadas muy marcadas en un 5 abierto muy bien plantado que lo realizan de manera automática y con naturalidad junto con el factor de jugadoras que se conocen hace ya tiempo.
Catalina Quintana (Capitana de Centro Pelotaris) jugó en Defensor y es alguien que contagia esa intensidad en los entrenamientos, lo que después se ve altamente reflejado en los partidos, cuando se las ve entrenan lo hacen a full pensando en sortear calidad, eso es lo que más me sorprende.
Fue una fiesta que no terminó en una pelea, que no terminó en una discusión, que no hubo un malestar, que todos quedaron conformes con el resultado porque realmente sabían que dieron lo mejor. Yo rescato eso de los dos equipos, unas guerreras cada una de las jugadoras, cada uno de los entrenadores, en este caso Juan Álvarez (por parte de Pelotaris) y Valeria Bianchini (por parte de Allavena) unos luchadores del femenino desde siempre.
Más que nada eso, una fiesta en la cuál posteriormente mucha gente aficionada me escribió agradeciéndome por mis aportes y el trabajo que hemos hecho entre todos desde la organización para que todo se llevara a cabo, y realmente es emocionante que el trabajo sea valorado y es emocionante ver cómo han crecido, aunque ahora miro desde otro lado y me pongo tan nerviosa en los partidos porque lógicamente no puedo alentar para ningún lado, me da miedo incluso hasta aplaudir y festejo las buenas jugadas en general de uno y otro equipo, la mirada del neutral tiene que mantenerse así.
Pero para mi es una emoción tremenda, ver en el lugar que estamos en el femenino hoy en día, el lugar que ha cobrado, la cantidad de seguidores que ha tenido, que se haya llegado incluso a portadas del diario, la cantidad de seguidores que tuvo la transmisión a pesar de toda la gente que ya había en la cancha la cuál estaba super llena, fue impresionante. Más que nada, lo que rescató una fiesta, un disfrute, ni un malestar, una calidad de personas, ni hablar de la calidad de las jugadoras, algunas con técnicas más desarrolladas, otras con menos, pero una calidad de juego de los dos equipos que es impresionante.
Que creo que en eso fue donde Pelotaris le hizo la diferencia, en la calidad de juego en equipo, que tal vez Allavena depende más de algunas figuras en particular y Pelotaris es un todo, ninguna está tan por encima de la otra, sino que todas colaboran un poquito desde su función, en ese 5 abiertos en el que ninguna tiene un rol particular, todas han aprendido a cumplir las distintas funciones de los puestos, me parece que esa ha sido la diferencia.
Pero para mí, una emoción y saber que desde el lugar que estoy, que la lucho y la lucho porque no todo lo que brilla es oro, que no todas las peleas las gano, es gratificante ver que la gente hoy está hablando del femenino, que se está haciendo ruido, que las mujeres estamos haciendo ruido en el deporte y CON los hombres en conjunto, eso creo que es lo que marca la diferencia.