Berenson: La madre del básquetbol femenino

Pienso, y creo no equivocarme, si digo que la mayoría de los apasionados por el deporte sabe, o al menos, escucho nombrar a James Naismith, el padre del básquetbol. Pero hoy, no hablaremos de él, ni de como inventó el deporte que tanto amamos, sino, de ella, la madre del básquetbol femenino. ¿Su nombre? pocas veces escuchado: Senda Berenson.

Para entender la magnitud de lo conseguido por Senda, nos tenemos que ubicar en el momento histórico por el que atravesaba el mundo y los derechos que tenían las mujeres, que, eran casi nulos. 
Recién en 1920 se habilitó el sufragio sin distinción de sexo en Estados Unidos, años antes, más precisamente el 22 de Marzo de 1893, se jugaba el primer partido de básquetbol femenino.

De Lituania al mundo

En Vilna, hoy Lituania, nacía Senda Valvrojenski en Marzo de 1868, hija de un matrimonio judío ortodoxo, que, cuando la pequeña Senda cumplió 7 años, se mudaron a Boston, Estados Unidos, donde cambiaron de apellido dejando atrás su religión y un apellido que tenía varias generaciones atrás.

Cuestiones laborales fueron el motivo que hicieron que el viaje se concretara en poco tiempo, dejando atrás familias y amigos, pero la chiquilla sufría de algo peor que extrañar, tenía graves problemas de espalda, que la mantenían fuera de los deportes y quedándose por meses en su casa.

El piano era su amor más profundo a tan corta edad, pero, otra vez los dolores de espalda se hacían sentir y la obligaban a abandonar la música.

A pesar de haberse sentido vulnerada en el deporte por su condición física, la superación y convicción son el motor de la lituana, que, para superarse e intentar mejorar su calidad de vida, ingresó a la Boston Normal School of Gymnastics, donde, por poco no fue rechazada.

Un problema con solución

En la Boston School, se recibió y consiguió, en base a mucho esfuerzo, el título de Directora de Educación Física del Smith College de Northampton, que era, en su momento, una universidad privada solamente para mujeres, ubicada en Massachusetts, pero el cargo no era uno más, ella fue la PRIMERA Directora de Educación Física de la Universidad.

En una época donde, la mayoría de las mujeres no podían ingresas a los espectáculos deportivos, y generalmente, eran amas de casa, la educación física no era atracción para las estudiantes. Los ejercicios que se planteaba Berenson no la convencían demasiado, la actitud de las chicas frente a cada clase no era la mejor, por eso, debía buscar alternativas.

Corría el año 1892 cuando, buscando una solución y leyendo un artículo, se topó con la información de que en el YMCA Physical Education, se estaba enseñando un nuevo deporte liderado por Naismith. 
Le llamó tanto la atención que viajó hasta allí a reunirse con el canadiense para profundizar la idea de juego y pedirle permiso para llevar la idea a su Universidad, ella lo definió, en varios reportajes, como un “interesante experimento».

El primer partido

Entre alumnas de primer y segundo grado del Smith College se celebró el primer partido de la historia del básquetbol femenino. Y el encuentro no fue algo más, sino que acercó a 800 espectadores, con un dato más que relevante: Todas las espectadoras eran mujeres. El colegio no permitía el ingreso de hombres a su recinto.

Este partido tiene como anécdota, algo poco común. Cuando la lituana dio el salto inicial, golpeó el brazo de una de las jugadoras, que lo tenía tan rígido que sufrió una lesión.

A pesar de haber acercado a tanta gente, los rectores de la Universidad le comentaron a Berenson que el partido había sido muy brusco y con movimientos poco vistosos por parte de las jugadoras. Esto motivó a la madre del básquetbol femenino a cambiar algunas reglas. Creando así un básquetbol adaptado al femenino, con 3 zonas en la cancha (defensa, zona media, ataque) donde las jugadoras deberían permanecer dependiendo sus características y no podían picar más de 3 veces el balón, tampoco podían sostener el balón más de 3 segundos ni haber contacto físico entre las jugadoras.

3 años más tarde, en 1896, se jugó el primer partido de básquetbol universitario. Fue en Berkeley y se enfrentaron la Universidad de California vs la Universidad de Stanford, recién dos años más tarde lo hicieron los hombres en básquetbol masculino.

UN RECONOCIMIENTO MUNDIAL

En 1954 pudo vivir y presenciar el primer Mundial de Básquetbol Femenino, fallecería meses más tarde a los 85 años. Luego, 3 décadas más tarde, fue incluida en el Salón de la fama de básquetbol, siendo la primera mujer en integrarlo.

Una mujer que, no solo plantó una semilla, sino que generó conciencia e igualdad de derechos a través del deporte, siendo una líder nata, con claridad de ideas y mucha perseverancia. Abrió el camino a muchas mujeres luchadoras, y, contar su historia, es nuestro pequeño homenaje.

2 comentarios sobre «Berenson: La madre del básquetbol femenino»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *