Quintana: «Queríamos salir campeonas»

Luego de coronarse campeonas de la LBP (Liga de Básquetbol de Paysandú) charlamos con Catalina Quintana, capitana de Centro Pelotaris, equipo campeón de la edición 2021.

Fotos: Liga de Básquetbol de Paysandú


«Queríamos salir campeonas»

Haciendo un repaso en tu trayectoria personal en el deporte ¿Cómo arrancaste a jugar al básquetbol? ¿Qué fue lo que te impulsó o quién te llevó a que comenzaras?

Comencé a jugar al basquetbol desde muy chiquita, cinco o seis años, porque mi hermano iba, y bueno, yo lo seguía. Desde que comencé, hasta los 11, jugué con varones, pero luego, me invitaron de un club, donde había femenino, un grupo enorme y donde se estaba trabajando muy lindo. Fue ahí donde, digamos, “arranque a entrenar en serio”.

¿Qué significa para el club como para tu plantel en conjunto el haberse consagrado como campeones de la Liga de Paysandú?

Estamos muy contentos de haber logrado el objetivo para el que tanto trabajamos. Llegar a la final siendo invictas, ganar las dos finales de un clásico (Pelotaris-Allavena), creo que le suma un plus a esa alegría de salir campeonas.

¿El proyecto llevado a cabo por el staff técnico y el equipo en el desarrollo del torneo fue el esperado desde el inicio? ¿O tuvieron que realizar algún ajuste sobre la marcha?

El objetivo estaba claro desde el inicio, queríamos salir campeonas. Obvio que en el transcurso del torneo debimos ajustar detalles, cosas que nos fueron dejando cada partido, pero siempre el foco en lo que estábamos buscando. Siempre nos mantuvimos firmes como equipo y con las mismas ganas de principio a fin, creo que ese fue el pilar fundamental para llevarnos la copa.

¿Cómo sentís que está creciendo el Básquetbol Femenino en el interior desde tu percepción como jugadora? ¿En qué aspectos notas que se ha desarrollado o en los que todavía falta?

Desde mi experiencia, a lo largo de los años tuve que vestir varias camisetas porque el equipo duraba un año, y luego se disolvía, ya que a las instituciones mismas no les servía, o simplemente nos daban una hora o dos, a la semana, para entrenar. No había seriedad, a nadie le importaba el femenino, si queríamos equipos, si queríamos jugar, si queríamos viajar, si había que pagar los jueces, todo era por nuestra cuenta, no había ningún tipo de apoyo por parte de la liga ni por parte de los clubes. Jugábamos una vez cada tres meses, campeonatos que duraban un fin de semana, con distintos clubes del interior.

Por ende, comparando mi experiencia desde chica, con la que viví este año, creo que el basquetbol femenino ha dado un paso enorme. Hay 5 clubes con femenino, está todo el proyecto de las selecciones de Paysandú (en mi época, eso no existía, no estaba pensado), hay un campeonato serio, hay chiquilinas con muy buenos niveles, los partidos son transmitidos. Hay otro ambiente, se respira otro aire que antes era impensado, ahora hay compromiso y ganas de que el femenino crezca. Creo que se va por muy buen camino, obvio que hay cosas que faltan, pero esto recién comienza.

¿Qué te dejó la enorme concurrencia que tuvieron estas finales? El jugar con el aliento constante de la hinchada desde las tribunas.

Esto es algo que tampoco era pensado antes. Siempre eran las mismas 2 o 3 madres que iban.

La verdad es que fue muy emocionante, algo que nunca había vivido. Sentir todo ese apoyo, los gritos, los aplausos, las vuvuzelas, ver a todos los chiquilines del club, hasta jugadores de la primera, que nos acompañaron en las dos finales y hasta en los festejos. Fue muy lindo ver y sentir que nosotras también podemos dar un espectáculo, que nuestros partidos también pueden ser emocionantes. Gritar un gol con tus compañeras y con una tribuna llena es gratificante. Las dos finales fueron una fiesta, algo que como jugadora es hermoso de ver y sentir.

¿Seguís la Liga Femenina de Básquetbol que se lleva a cabo acá en Montevideo? ¿Te gustaría venir a jugar en algún equipo que participe en la misma o lo has considerado como una opción?

Si, la sigo. Tuve la oportunidad y el placer de jugar en Defensor Sporting, y la verdad es que quedé encantada con la seriedad que tiene el basquetbol allá, con la intensidad con la que se entrena y se juega, con el apoyo y el respeto que se le tiene al femenino. Cuando vuelva a Montevideo me encantaría ser parte de algún equipo y jugar la liga. En lo personal, me aportaría muchísimo.

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