Yale y Hebraica se enfrentarán el sábado a las 21:00 horas, en cancha de Yale, por la 10ma fecha de la LFB, en un encuentro que para ambos se vive como una especie de final ya que el equipo que gane tendría todo encaminado para ingresar a la copa de oro, mientras que el que resulte perdedor, muy probablemente tendrá que conformarse con ser parte de la de plata.
Por la paridad que hay entre ambos planteles, porque seguramente se viva a cancha llena y evidentemente por lo que se juegan, no hay temor en asegurar que lo que se vivirá en Jacinto Vera será espectacular.
Como no podía ser de otra manera, desde Aleras dialogamos con Sofía Podestá por el lado de Yale y con Natasha Dolinsky por Hebraica, para que nos cuenten sus sensaciones sobre la previa a este juego tan trascendental para ambos clubes.
Relevancia del juego
Justamente, Rodrigo Briñón (entrenador de Yale) nos confirmaba que este será de los partidos más importantes en los últimos años para Yale femenino. Ante esto, consultamos a Sofía sobre si ellas también lo viven de esa forma: “Si, sin duda que lo sentimos de esa manera. Llevarnos este juego nos dejaría prácticamente en la copa de oro, y eso significaría un logro tremendo para este grupo y para el proyecto femenino en el club”.
Yendo a lo que es Hebraica, las dirigidas por Luis Pierri han derrotado a rivales directos como lo son Lagomar y Remeros, y ahora es el turno de Yale. Sobre cómo preparan este tipo de juegos, Natasha nos dijo estar: “Con muchas ganas. Intentamos de ir en ese crecimiento que sentimos que venimos teniendo. Sabemos la importancia y el valor de ganar este partido. Lo estamos preparando con esa mentalidad y siempre buscar lo positivo del “reto” de estar en la posición que estamos”.
Nerviosismo en lo previo
Por otra parte, es sumamente normal que antes de encuentros tan decisivos, las jugadoras más jóvenes sientan nervios y presión ya que esto es algo que con el paso de los años y la experiencia se aprende a lidiar consigo. Sin dudas es algo a tener en cuenta para los cuerpos técnicos de los equipos.
“Nuestras jugadoras jóvenes han estado asumiendo roles de más protagonismo y responsabilidad. Este no va a ser el primer partido. Lo veo como un crecimiento total para ellas. Hablamos todo el tiempo, tenemos un ida y vuelta constante para decirnos las cosas, y eso la verdad está muy bueno y lo valoro mucho”, afirmó la “10” de Hebraica.
En relación a Yale, Podestá indicó: “El partido lo venimos trabajando hace ya dos semanas, mediante scouting y conocimiento de los rivales. Sabemos que será un partido definitorio. Si bien estamos ansiosas por que llegue el sábado, estamos tranquilas porque venimos entrenando muy bien. El cuerpo técnico no nos transmite presión alguna y nos genera cierta calma para llegar con disfrute al fin de semana”.
Localía
Para finalizar, ambas puntualizaron sobre el hecho de la localía y la importancia -o no- que conlleva para un tipo de “finales” como estas.
“Jugar en nuestra cancha es lo más lindo. Nos transmiten toda la buena energía a la hora de jugar. En general los equipos se hacen fuertes de local y nosotras lo hemos demostrado en varias ocasiones (vs Lagomar y 25). Tuvimos mucha suerte de que nos haya tocado jugar el sábado en Yale y nos sentimos muy seguras”, aseveraba la base “Yalense”.
En cambio, Dolinsky se mostró indiferente en cuanto a esto, argumentando que es algo que: “No lo hemos cuestionado. Se juega de local y de visita y te toca donde toca. No lo tomamos como algo desfavorable. Trabajamos en nuestro plan y en ejecutarlo de la mejor manera posible para lograr nuestros objetivos”.