Sofía Podestá es jugadora de Yale, la Base de 17 años cursa 6to año de liceo en la opción Ingeniería y lleva la cinta de capitana. A pesar de haber sido campeonas en su primer año en categorías u15 y u19 sabe muy bien que el equipo se necesita afianzar para meterse en los primeros puestos en categoría mayores.
Sobre sus comienzos en el mundo del básquet cuenta que está vinculada desde muy chiquita ya que tiene hermanos que jugaban en Nacional es ese entonces. Siguiendo los pasos de sus hermanos, Sofía comenzó a los 6 años a jugar en Nacional aunque al año sus hermanos dejaron el club y ella los siguió. Al dejar el básquetbol, cuenta que “ahí empecé a practicar pila de deportes porque desde chica tenía facilidad por los deportes y me encantaban, hasta que en el 2012, mi hermano comenzó a jugar en Yale y al año comencé yo”. Apasionado por los deportes, llegó a practicar fútbol y básquet a la vez, salía de una práctica para entrar a otra, hasta que se decidió meterse de lleno al básquetbol.
En sus comienzos en Yale, Sofía era la única jugadora femenina en un plantel masculino del club, por eso, cuando comenzó el proyecto de armar el equipo femenino, el técnico le ofreció la capitanía y admite que “Para mí fue un cambio, porque con los varones no estaba acostumbrada a hablar mucho en la cancha, porque no tenía mucho protagonismo. Aunque todavía me cuesta eh mejorado mucho el hablar dentro del campo de juego” También agrega que “En Yale todas cumplimos ese rol, todas hablamos, todas nos motivamos para salir adelante”.
Al estar tan acostumbrada a jugar en equipos masculinos, la diferencia en los entrenamientos y los partidos fue notoria por parte de la jugadora, por eso comenta que “Con el masculino yo entrenaba con categorías más grandes y había mucha diferencia en lo físico. Con las chicas puedo entrenar en categoría mayores y aunque también se nota, es mucho menos. El juego de los hombres es muy físico y más agresivo, en cambio, en el femenino, el partido es más táctico. Por eso también noté que en los partidos del masculino yo jugaba un promedio de 25 minutos y pasé a jugar los 40 minutos varias veces”. Sobre la Liga Femenina agrega que “Al ser una liga chica, somos más unidas, todas nos conocemos con todas”.
Yale es un equipo relativamente nuevo en la LFB, por eso la jugadora nos comenta que la organización al principio costó un poco ya que todas tienen horarios diferentes y no siempre había lugar en el club para entrenar. Sobre esto agrega “En lo grupal nos costó el tema horarios. Aunque ahora es equitativo el tema cancha, al principio teníamos que pedirle prestado el gimnasio al Liceo 26”. En cuanto a la liga cuenta que “Creo que nos acoplamos bastante bien, ya que todos los equipos nos recibieron de muy buena manera y nos invitaban a formar parte de jornadas. El primer año salimos campeonas de Copa de Plata en U15 y U19, fue algo inesperado y muy lindo para todos”