En esta época de pausa luego de haber finalizado la actividad de la Liga Femenina de Básquetbol, tuvimos la oportunidad de charlar con Natasha Dolinsky.
Realizamos un repaso sobre su experiencia como jugadora integrante del plantel de Hebraica y Macabi el cuál fue finalista por la copa de oro, sobre su regreso al país luego de haber estado jugando desde el 2017 en EEUU en el equipo de Lincoln University y sobre sus planes a futuro de cara a su lo que depara su carrera deportiva.
Antes repasemos los números de Natasha en su vuelta a la LFB: Culminó siendo la goleadora de Macabi con 251 puntos, 14.8 de media. Además sumo una media de 4.8 rebotes, 2.1 asistencias y 3.1 recuperos.
La vuelta al país
¿Como encontraste la Liga Femenina cuando se produjo tu regreso de jugar en EEUU?
La verdad que me sorprendió mucho el crecimiento que vi, sobre todo la paridad de la competencia, antes no llegabas a un final tan disputado donde tuvieras varios equipos con oportunidades de ganar. También con respecto al profesionalismo y el mayor interés en cuanto a difusión de la competición y el seguimiento constante, otra cosa que ha ido creciendo con los años.
¿Tuviste algún inconveniente adaptándote de nuevo al país y al campeonato?
Te podría decir tanto que si como que no. “No” por el hecho de que jugué muchos años la liga acá y no lo sentía como algo nuevo, por así decirlo, me sentía cómoda, pero “Si” vi diferencias en esa transición de venir de jugar de un juego un poco diferente con otra mentalidad, sobre todo en situaciones que se presenten las haces y acá no o al revés, un poco de readaptación por ese lado.

«fue un crecimiento total»
Es una realidad que existe un gran contraste sobre cómo se vive y se profesionaliza el básquet allá en EEUU que acá en Uruguay ¿Tuvo su complicación sobrellevar este pasaje en tu regreso luego de estar desde el 2017 allá?
No diría complicación, en realidad al revés, para mí fue un crecimiento total en todos los aspectos, todo lo que viví y lo que tuve que mejorar y ajustar allá ahora me sirvió para trasladarlo acá, me pasaba que si no mejoraba lo que me decían o lo que veía que necesitaba mejorar para aportarle al equipo quizá no jugaba.
Desde el más mínimo detalle, como tirar un segundo más rápido porque si no me llegaba la marca y ya no podía tomarlo, entonces tenía todo el tiempo esa motivación y esa idea en mi cabeza que tenía que hacerlo para tener mi lugar y para estar cómoda jugando, y lo pude hacer. También me paso que en los recesos que tuve volvía a jugar a Uruguay con Malvín o con la selección de 3×3 que me toco en 2019, estaba lejos, pero ligada un poquito.
¿Hubo una razón particular que te hizo volver a Uruguay tras tu paso en el exterior?
Cuando la pandemia estuvo en su peor momento allá me tuve que volver a Uruguay, mi Universidad cerraba, por suerte la competencia ya había terminado y no afecto por ese lado, volví y seguí estudiando desde Uruguay, Después me volví a ir y comenzamos la pretemporada con normalidad dentro de la situación que vivíamos todos, cuando arrancó la temporada los equipos empezaron a tener casos positivos y la competición iba y venía.
Luego de eso yo tome la decisión de volver y terminar algunas clases que me quedaban desde Uruguay. Indiferentemente de esto, yo sabía que iba a volver, si quería quedarme a vivir allá podría haberlo hecho, tenía esa oportunidad pero no quise hacerlo.
El futuro y las semifinales ante Malvín

En cuanto a tus proyectos a futuro en el básquetbol ¿Tenes planeado continuar jugando en Uruguay o quizás consideras la posibilidad de jugar en el exterior nuevamente?
Estando allá y mismo cuando recién volvía a Uruguay tuve alguna que otra oportunidad de volverme a ir a otros lugares, pero preferí quedarme y ahora me siento muy cómoda y establecida acá en Uruguay, aunque de todas formas no me cierro a nada y siempre escucho y evalúo lo que pueda darse, pero yo por mi parte no estoy buscando irme.
¿Cómo viviste personalmente las semifinales tan peleadas que disputaron contra Malvín? Siendo este tu antiguo club donde te formaste.
Emocionalmente fue brutal, pero brutal para bien disfrute mucho de jugarlas y lo parejo que fueron. Quizá en un principio si me resulto raro verme del otro lado, peleando por algo que tantas veces pelee con Malvín, pero fue muy lindo, disfruté mucho del momento en el que estaba Macabi.
Cuando volví a Uruguay, al mes más o menos decidí irme de Malvín, por el hecho de evaluar otras opciones y porque me atraía el cambiar. Es un club que siempre le voy a tener mucho cariño y respeto, donde pasé muchos años, donde viví muchas cosas y donde me hicieron crecer muchísimo tanto en lo basquetbolístico como en lo personal. De chica cuando jugaba en Marne y tenía que decidir a donde ir, sin dudas, la mejor decisión fue Malvín.
Balance anual

¿Cuál es el balance anual que realizas como jugadora de Hebraica y Macabi en lo grupal y en lo personal, a pesar de no haber salido campeonas, sobre el logro de haber alcanzado por primera vez en la historia del club llegar a las finales por la copa de oro?
El campeonato fue tremendo para el equipo, fue un crecimiento en todo sentido, tanto como grupo como en lo que a basquetbol respecta, desde un principio se veía que este equipo no quería conformarse con lo que había hecho años anteriores y quería ir a por más, así me lo hicieron ver a mi cuando llegué.
Creo que fue un equipo que en el año se fue potenciando y mostrando características que supimos mantener y que eran nuestras claves para intentar marcar diferencias, no solo el ganar es crecimiento y nos quedamos con eso, no se pudo al final pero todo lo anterior pesa más para nosotras como equipo.
Para mí fue un año muy lindo, disfruté mucho el día a día con mis compañeras y me sentí cómoda en todo momento en la cancha, me dolió mucho el no haber podido obtener el campeonato, no te voy a mentir, fue nuestra cabeza de todo el año y mi primera conversación con Luis fue de querer estar en el equipo que pelee el campeonato.
Pero al final en el análisis me quedo con el crecimiento como grupo, de que este equipo y la mayoría de mis compañeras mejoraron mucho en su juego y en su confianza a lo que había sido años anteriores. Eso es lo que nos quedamos, agradecida de cómo me recibieron en Macabi desde el día uno, de haber conocido al grupo que conocí y de haber compartido todo lo que compartimos, hablando tanto de mis compañeras como de todo el cuerpo técnico.
Muy buena entrevista!