Florencia Somma y Sabina Bello le pusieron fin a su carrera profesional como basquetbolistas luego de muchos años de trayectoria y siendo dos de las jugadoras más ganadoras de la Liga Femenina.

Si nos referimos pura y exclusivamente al básquetbol en su rama femenina en Uruguay, podríamos perfectamente decir que el año 2024 será el año 0 DFS (año cero después de Florencia Somma), porque eso representa Somma en la rama, es «la reina» o «la diosa» como leí alguna vez por ahí.

Y qué decir de Sabina, quien se había alejado durante algunos meses de la competición en 2022, volvió cuando el equipo más la necesitaba y cierra su carrera siendo bi-campeona de la LFB y vice campeona de la primera edición de la WBLA, carácter y compromiso en su máxima expresión.
No va a ser lo mismo el próximo torneo local, la ausencia de dos jugadoras que fueron y son líderes dentro y fuera de la cancha, que buscaron siempre, cada una a su manera, el crecimiento y el desarrollo sostenido de la rama femenina, que lucharon siempre por el bien común dejando de lado lo individual, que buscaron proyectar un torneo que poco a poco logrará ser lo que ellas tanto soñaron, un torneo profesional.
Esto no es una despedida, al menos, no para quien escribe, porque despedirlas sería dar por hecho que no las tendremos pegadas al rectángulo de juego dando una mano, y estoy convencido que, a su manera, ambas seguirán buscando el crecimiento de la rama y apoyando para que esto se logre.
A ambas: ¡gracias!