La pandemia de carácter mundial supuso la postergación del comienzo de temporada en la WNBA que debería haber comenzado allá por el 15 de mayo. Sin embargo, en junio se logró establecer un plan en busca del comienzo de la liga y esta retornará a fines de julio.
El plan consiste en que dicho torneo se dispute en una misma sede confinando a los 12 equipos en una especie de “burbuja” por la cantidad de tiempo que dure la competición. Se jugarán 22 partidos en temporada regular en vez de los 36 encuentros que se suelen disputar mientras que el sistema de playoffs se mantendrá en lo habitual. El lugar elegido como sede ha sido la IMG Academy ubicada en Bradenton, Florida que cuenta con 4 canchas y sus 8 vestuarios respectivamente. Aunque todavía es una incógnita la fecha exacta de comienzo se sospecha que el 24 de julio daría inicio la liga.
A pesar de la temporada inusual que las jugadoras están viviendo, la WNBA se comprometió con hacerles llegar el total de sus salarios como estaba estipulado mientras que también estará brindando un espacio a aquellas jugadoras que quieran movilizarse en contra del racismo. Por citar un ejemplo, se aceptó que las jugadoras lleven en sus camisetas el nombre de víctimas de la violencia racial.
En estas últimas semanas se realizaron 137 tests de los cuales 7 dieron positivos. Estas personas quedarán en cuarentena por dos semanas mientras que las demás están habilitadas para viajar a Florida con sus respectivos equipos en los próximos días.
Igual que en la NBA, las jugadoras tienen la opción de elegir no jugar esta temporada sin percibir ningún tipo de sanción. Tal es el caso de Liz Cambage de las Ases de Las Vegas que optó por no competir este año debido a motivos personales.