A sus 36 años, Tamara Rudnitzki ex presidenta del básquetbol femenino uruguayo nos contó sus vivencias; qué significó estar en la presidencia del básquetbol femenino. Y analizó el crecimiento que viene teniendo y el nivel actual del mismo.
¿Qué es la vida de Tamara Rudnitzki actualmente?
Trabaja como contadora pública. También estudió una carrera de turismo “…pero es algo en lo que nunca he trabajado… un debe que tengo. Actualmente estoy trabajando y disfrutando del tiempo libre con amigos, familia y disfrutando, también, de hacer un poco de ejercicio. Deseando se retome el básquet para ir a ver a las chicas”.
Presidencia
“Siempre miré básquet porque a mi padre le encanta y siempre jugó, y ya de grande, de hecho, jugó muchos años en Maxi Básquet con Biguá. Luego me pasó que empecé a estar más “interactiva” en las redes con el básquet femenino.
Empecé a leer y comentar, y un día, quien era el presidente en aquel momento -Porrati- me escribió para preguntarme si me podía interesar incorporarme a la FUBB, y trabajar desde ahí en el básquet femenino. Así que después de varias charlas, accedí.
Ahí arranqué como secretaria de la FUBB y luego se dio que Víctor Porrati se fue. Después, al tiempo, Claudia Pazos también, que era otra de las personas que estaba y quedé como presidenta”.
¿Qué fue lo que te llevó a plantearte el ser presidenta de la Liga Femenina?
“En realidad nunca me lo planteé como tal. Entré como para dar una mano como secretaria y se fueron dando algunas situaciones y fui quedando ‘sola’, porque las otras dos personas que en un comienzo estaban conmigo se habían ido y tuve que asumir ese lugar. Se dio como un poco natural por ese proceso, pero no fue algo que busqué o aspiré o tuve como objetivo cuando entré. Siempre la idea fue colaborar en lo que se pueda”.
La renuncia de Víctor Porrati se produjo a los tres meses de haber entrado Rudnitzki a la FUBB, en el año 2017. Claudia Pazos, al poco tiempo. Todo esto motivó que Tamara pasara a ser, sobre febrero de ese mismo año, la presidenta.
Grandes Logros
Cada presidencia se destaca por determinados avances. Estos se alcanzan al buscar mejorar las situaciones existentes, ya sea a nivel económico, deportivo, etc. Y esta no fue la excepción, ya que en los tres años que Tamara estuvo en la presidencia se alcanzaron logros que marcaron la historia del básquetbol femenino. Le pedimos que armara un podio con los tres más significativos para ella.
En primer lugar, ubicó las transmisiones de las finales de Defensor Sporting ante Malvín y comentó: “Sin duda, esa primera final televisada está en el primer lugar”.
Un desafío
En el segundo escalón, “… está la incorporación de un equipo del interior: Remeros, con todo lo positivo que eso implica. Y no fue nada fácil tomar ese desafío de incorporar a un equipo del interior especialmente por el tema económico”.
Consultada sobre la importancia de este hecho a nivel de la FUBB, nos dijo: “Fue un desafío por todo lo que implicaba y, sobre todo, porque con el esfuerzo que se iba a hacer en tiempo, plata y apoyo, si se caía por alguna razón a mitad del torneo, iba a ser una señal muy negativa para todo el femenino en su conjunto. Pero salió divino.”.
Y esto también repercutía en los distintos clubes que formaban parte de la Liga Femenina de Básquetbol y acerca de esto Tamara nos aclaró qué posición tomaron con respecto a esto. “Los clubes estaban felices de que se integrara Remeros y dispuestos a asumir esos costos y tiempos de más”.
Todos acompañaron
En medio de esto se encontraban los jueces, que a pesar de los viajes y el tiempo que les podía llevar el ir y venir hasta Mercedes, se unieron a esta gran iniciativa y estuvieron de acuerdo. “Ellos también apoyaron, porque dejaron que fuera un juez de acá u otro de allá.
Las estadísticas que también se adaptaron y nos apoyaron, y la prensa que también nos acompañó. Así que una experiencia que iniciamos con algunos temores pero que por suerte fue un éxito”.
Además del gran avance de la inclusión a la Federación de Remeros, donde todos desde su posición aportaron para que se pudiera lograr, se dio la particularidad de que ese mismo año se disputó la Copa de Plata y Remeros se consagró campeón. Un año “redondo” desde todo punto de vista. “Esto te da estímulo para todo lo que viene atrás, desde la chiquita de Remeros hasta en general, todo el básquet del interior”.
Y, completando el podio, está “…el lugar que le ha venido dando la prensa al femenino. Siempre hay una nota, una publicación, una entrevista, es tremenda la difusión que se le da”.
Actualidad del Básquetbol Femenino en Uruguay
Le consultamos si notaba algún crecimiento en estos años ya sea a nivel deportivo, político, económico, etc., y comentó: “Sí, la verdad que ha crecido mucho y desde diferentes lugares, y eso está muy bueno. Los clubes les empiezan a dar más lugar (a las jugadoras), ‘porque antes ni les daban’. Hay más entrenadores que apoyan y quieren entrenar equipos femeninos.
Los jueces que también le han venido dando otro lugar. La escuela de entrenadores que muchas veces invita a que participen entrenadoras y se habla de lo que es el femenino. La prensa que se ha acercado mucho más. Tener un lugar para la Selección, donde pueden entrenar, donde pueden tener un trabajo mucho mayor en horas que pueden utilizar el CEFUBB y un equipo estable de entrenadores y preparadores físicos.
También tener el Maxi Básquet femenino, que ha venido creciendo y siempre está ayudando a crecer con actividades y difusión. Todo esto hace que las chicas tengan otro estímulo para entrenar y jugar, para perfeccionarse y crecer en este deporte. Y en los hechos se ve con salida de varias al exterior”.
¿Qué falta?
Al preguntarle qué le falta al básquetbol femenino en Uruguay para terminar de dar el gran salto y poder estar a la par del nivel profesional de otros países, nos respondió: “Creo que para poder seguir creciendo necesitamos tener más nenas jugando en las canchas. Y eso se traduce en entender que el básquet es uno, y que deberíamos darles la oportunidad también a ellas de que tengan un lugar para jugar.
Y, sin duda, seguir buscando formas, y va en el mismo camino que lo anterior, de que en el interior se siga desarrollando y jugando básquet. Y de generar algún torneo que permita integrar a todo el Uruguay, aunque entiendo que hay que arrancar por torneos regionales y luego algo nacional. Por eso, en lo personal, prefiero que los clubes apuesten a la escuelita y mini o premini femenino, que a mayores, porque después eso se da natural porque van a ir creciendo esas nenas”.
Nos pareció una gran idea e iniciativa la de hacer un torneo nacional que pueda incluir a equipos de todo el país. Por último, agregó, con respecto a planes futuros:
“No tengo por ahora ningún proyecto, pero estoy abierta porque me gustaría poder seguir sumando desde algún otro lugar en relación al básquet más que seguir yendo a las canchas y apoyar por ahora como fan o como hincha”.