Cinthia Mott “LA CAPITANA”

Previo a ganar el tercer puesto en la jornada del domingo de la Liga Femenina de Básquet 2023 con Yale, conversamos con la capitana Cinthia Mott en una entrevista extendida y a fondo acerca de su vida.

Nos permitió conocer su camino en el deporte, su postura actual frente al básquet femenino, el proceso que marcó LA HISTORIA consumada con Yale esta temporada, su actual formación como DT y sus sueños optimistas con respecto al futuro. Conocimos a través de su palabra a “LA CAPITANA” Cinthia Mott.


¡Te agradezco primero por el tiempo concedido!

¡A vos!

Primero como para arrancar la entrevista, me interesa preguntarte ¿cómo estás? ¿Cómo estás hoy? ¿Cómo está siendo tu rutina?

¡Y hoy la verdad es un día cargado! Días bastante cargados. Más que nada las semanas estas que tuvimos las semis y eso, venía con una rutina medio cargada por temas estudios, trabajo, el Yale. Estoy mucho tiempo acá dentro del club. Disfruté mucho este fin de semana por ejemplo que no tuvimos partido, hace mucho que no tenía así liberado, si bien estuve metida con las categorías formativas, descansé bastante. Y hoy arranqué tranqui pero se me van acumulando cosas en el día.

Les queda un último partido por el tercer puesto de la Liga, estás a full…

¡Sí claro! Porque acá en el club no dejo de estar, no dejo de venir. Si bien quizás sean estas las últimas semanas de entrenamiento, después seguramente yo tengo que seguir viniendo porque estar parada tantos meses no sirve y no está bueno…

Y en realidad es la primera vez que vamos a estar paradas tantos meses, porque siempre terminamos, me acuerdo el año pasado terminamos el 20 de diciembre más o menos, muy tarde terminábamos, y ya en febrero ya estoy de vuelta acá… enero te diría. Entonces es muy poco el tiempo que estoy sin hacer nada, es la primera vez que estamos en septiembre y ya terminamos.

Entonces como que dejo de venir a entrenar con las chicas del plantel, pero siempre ando en la vuelta acá, siempre, todo el día, ya es inevitable no venir.

PRIMEROS AÑOS Y LA LLEGADA DEL BÁSQUET

Hablando de actualidad, quisiera ahora pasar por ejemplo al inicio, porque estás acá en Yale pero todo tuvo un inicio, y me interesa saber cómo llegó el deporte a tu vida ¿A qué edad fue que arrancaste? ¿Fue directo en el básquet? ¿O por ahí probaste en otros deportes?

¿Te cuento literal toda la historia?

¡Por supuesto!

Bueno, yo la verdad cuando era chiquita probé muchas cosas: Hice canto, hice guitarra, hice baile, hice patín, hice un montón de cosas y ¡Todo lo dejaba a las tres semanas!

Una vez cuando era chiquita, tenía 6 años, invité a una vecina mía a jugar y me dice “no, porque estoy descansando ya que mañana tengo mi primera práctica de básquet”, y yo… “¿a qué va a jugar esta chica?” decía yo. Y la fui a ver, un martes me acuerdo clarito, era un martes y el jueves yo fui a entrenar con ella, era práctica martes y jueves ¡Me encantó! Y fui el jueves.

¿El mismo jueves?

¡El mismo jueves de esa semana! Fui con ella y yo no tenía championes ¡Yo nada! Era una civil más, iba de “Converse” a entrenar ¡imaginate! Me encantó, mi amiga a los 2-3 meses dejó y yo seguí, eso fue en el club Defensores de Maroñas, que es donde inicié, me crie y estuve muchísimos años. Yo seguí ahí y fui muchos años la única nena del club ¡La única nena! Pero no había ni nenas chiquitas, ni en la categoría de “escuelita”. ¡Fue un club re lindo! Que me hizo sentir como “es mi casa”, y lo siguen haciendo sentir, es un club que me gusta mucho.

Siendo la única nena del plantel y del club ¿Cómo te forma eso, en cuanto a carácter, en cuanto a hacerte tu lugar?

¡Es bravo! Me hizo un carácter medio complicado, me acuerdo que era la única nena y jugábamos contra Bohemios, se jugaba contra José Zeballos, contra Flopi Niski… Y ellas jugaban juntas, también con varones, pero estaban juntas. Como que tenían esa complicidad y todo. Yo estaba ahí, no estaba sola porque la verdad me tocó tener muy buenos compañeros que me trataban muy bien adentro y fuera de la cancha.

En ese entonces tuve muchos entrenadores, mi primer entrenador fue Ricardo La Gata… ¡Te cuento una anécdota corta!: Teníamos partido claramente todos los domingos, yo jugaba “mini”, “premini” todas esas categorías. Y él nos daba, depende de dónde era el partido (capaz era en Miramar) y nos daba un papel recortadito que decía “Partido tal hora, tal categoría, te sirve el bondi tal ¡No te olvides de llevarte las medias y comete una pasta antes de ir porque te hace bien!”… Y todos los fines de semana era eso. ¡Era increíble!

Pasó ese año y un par más, y después vino Gerardo González, que ahí lo conocí, que es el entrenador que tenemos ahora en Yale, y con él salimos campeones de preinfantiles en el 2016-17 si no me equivoco.

Y bueno, estando Defensores de Maroñas fue la primera vez que también estuve en la selección, que jugué el sudamericano… Ya nadie se acuerda de eso ¡Imaginate! [Entre risas]

¿Y eso cómo te hace sentir hoy? ¡Fuiste parte de la selección! Supongo que es un lindo recuerdo…

¡Sí obvio! En ese entonces yo lo sentí re importante, fue un momento muy especial. Estando en Defensores de Maroñas, era la única nena, recién estaban empezando a llegar más nenas. Me acuerdo que hay una tele en Defensores de Maroñas, que esa tele la compraron para ver mis partidos, con la selección. ¡Sí! era como, ya para el barrio, para el club, para mí, para mi familia, para todos, era como un flash y…

Y orgullo me imagino…

¡Obvio! ¡Un orgullo tremendo! Y nada, sé que fue hace un montón de años. Mis padres lo tienen muy patente eso, lo recuerdan todo el tiempo. Yo capaz no tanto, pero sí lo tengo presente de que pasó, de que fue algo que siento que en ese momento me lo merecía. Ahora tenemos un montón de generaciones nuevas que la rompen y ¡Lo tienen más que merecido! Yo me fui quedando un poquito en el tiempo [entre risas] pero bueno ¡Fui parte!

Me estabas contando que arrancabas algo y lo dejabas a las tres semanas. ¿Qué fue del básquet eso que te mantuvo, que te atrapó?  El distintivo de todas las otras cosas ¿Qué es lo que más disfrutaste y disfrutas hoy en día con el básquet?

En ese entonces, si te soy sincera, lo humano para mí. Fue lo humano, el club en el que me sentí tan acompañada, siendo tan chiquita, siendo la única nena, me sentí muy acompañada y me sentía como en casa. Eso fue lo que más me impulsó a quedarme y a jugar.

Cuando fui creciendo le fui agarrando el gustito más a la competencia. Ya cuando arranqué a jugar, me arrancaron a citar los domingos y eso, ya dije “¡oh, está bueno esto!”. Me empezó a gustar un poco más capaz por el tema de la competencia ¡Y ahí aprendí! La competencia me llevó a aprender un montón de cosas. Le agarré el gustito a todo lo que tiene el básquet y me encantó.

Me decías, por ejemplo, que ahora tu familia te recuerda mucho lo de la selección.

¡Mi papá más que nada! [Entre risas]

¿Cómo influyó la carrera deportiva que estás haciendo en tu familia? ¿Ya eran muy del básquet ellos o eran de apoyarte en todo lo que haces?

¡Siempre fueron de apoyarme en todo lo que hacía! Yo le decía a mi mamá y a mi papá “¡quiero ir a este lado!”, siempre mi hermana me llevaba a donde sea, me acompañaba a donde sea.

En realidad yo ya tenía esos aires de básquet porque mi papá es un enfermo del deporte, el deporte en sí, pero ¡El básquet le encanta más! Es hincha de Aguada ¡A morir! Pero ¡La persona más enferma que vi siendo hincha! Ya tenía el ambiente del básquet, pero no tan aceitado. Mi papá miraba partidos y yo estaba ahí al lado, pero como que no me importaba mucho. Y cuando arranqué mi papá estaba chocho, el domingo que me iba a ver, después de salir del partido, me decía “No porque vos cuando hiciste esto…” me corregía cosas ¿Viste? [Entre Risas]

“Jordan” lo tenía ahí, era mi papá. Él estaba contento de que por más que estaba haciendo un deporte que era bueno para mí, justo era un deporte que a él también le encantaba un montón.

LLEGADA A YALE Y SU EXPERIENCIA EN PRIMERA

Fue en Defensores de Maroñas que arrancaste, jugaste años, tuviste estos momentos muy lindos que me comentas. ¿Cómo se da esa venida a Yale? ¿Fue directo de Defensores de Maroñas a Yale? ¿O hubo otro equipo en el medio?

No, en el 2018 jugué un año en un Nacional. Yo ya era categoría U15 y U19 y en Defensores ya teníamos U12, U13, U14, pero no llegábamos más a completar un plantel para U15 ¿Viste? Era la única que quedaba de las grandes, porque muchas habían dejado. Entonces me fui para Nacional, jugué un año en Nacional.

Estuvo bueno, me gustó la experiencia, pero duró ese año nada más el femenino. Se disolvió y hasta el día de hoy no han vuelto a poner. Un club muy lindo también, pero no era nada que ver a lo que es ahora. Ahora ya es más todo el club social y esas cosas. Antes yo lo sentía más un club como de barrio, porque iban los gurises que les gustaba ir. Ahora ya es tipo…

Mucha más formalidad…

¡Sí! Y después de ese año me llama el técnico que estaba para venir para acá a Yale y yo dije “Bueno dale, vengo a probar”. Vine y… Chocha la verdad ¡Me encantó! ¡Éramos muchísimas! Ese año que yo vine a Yale, en U19 tuvimos dos planteles, tuvimos “Yale Azul” y “Yale”. Me acuerdo que tuvimos una fecha que competimos entre nosotras acá, parecía una práctica te juro ¡Pero era un partido oficial! Y eso fue muy loco.

Éramos un montón y a mí me encantó. Volví a sentirme como cuando estaba en Defensores de Maroñas. Me sentí re en casa, es un club re de barrio y eso fue lo que me hizo quedarme.

Ya este fue tu cuarto año conformando el plantel de primera de Yale desde que arrancó ¿Cómo fue ese inicio de primera? Habrá sido un proceso también… ¿Qué te acordas acerca de lo que fue integrar ese primer plantel?

¡U19!

La categoría U19 fue directo para Primera…

El primer año que tuvimos primera acá, fue un año de demasiados cambios, más que nada las U19, ¿Viste? Porque llegaban jugadoras nuevas, jugadoras grandes, que vos decías… “¿Quiénes son estas?”, venían como con otra cabeza. Nosotras capaz no estábamos tan metidas en esa movida, porque formativas se disfruta un poco más, no es todo tan estricto, es una etapa de disfrute formativas. Entonces, cuando arrancó la liga, en los entrenamientos era todo más serio, arrancaban los scouting, arrancaba el físico intenso… ¡Hubo un cambio, un cambio fuerte!

Pero nos hizo madurar un montón, éramos todas muy chicas. El primer y segundo año de mayores en Yale, teníamos solo tres fichas mayores (Melissa Techera, Gimena Gómez y Mariana Lema) Ellas fueron las únicas tres jugadoras mayores que teníamos por dos años. O sea, éramos todas U19 ¡olvidate! Éramos todas unas niñas.

El primer partido que tuvimos fue contra Capurro, allá en el CEFUBB (2020-2021), 31 a 32 perdimos… ¡Mira lo que es ese score! O sea, estábamos tan nerviosas. ¡No sabes lo que era el vestuario ese día! Toda la semana previa a ese día… Y yo creo que toda la Liga fue como muchas experiencias nuevas, para todas.

Las fue formando mucho…

¡Sí! Nos formó mucho, maduramos mucho. Todas las que participaron, crecimos mucho, más que nada dentro de la cancha. Porque jugábamos contra gente grosa. Tuvimos la oportunidad de tener a Agus García (Jugadora Argentina) como extranjera de esa Liga. Fue la primera extranjera que tuvimos. Y era… ¡Agus era un despelote! Hacía lo que quería, hacía 30 puntos por partido, perdiendo por 50 o ganando por 4, hacía lo que quería siempre. Entonces ya tener gente grande nos cambió un poco el chip. Ya competir contra gente más grosa nos cambió. Decir “¡No vinimos acá a boludear!”, maduramos mucho en eso.

En retrospectiva de lo que fue toda tu etapa a formativas ¿Cómo sentís que fue? Lo mencionas como un muy lindo recuerdo ¿Cómo lo sentiste?

Sí, lo disfruté mucho, la verdad. Yo creo que lo disfruté mucho más que nada por el grupo humano que teníamos, que eso influyó mucho para después llevarlo dentro de la cancha. Sí teníamos roces y esas cosas, pero viste que es normal. Tuvimos siempre al mismo técnico, nunca cambiamos. Y la verdad que a nivel deportivo siempre nos aportó un montón, nos enseñó un montón. Nunca estuvimos disconformes en ese aspecto.

Además de disfrutarlo, me hizo aprender mucho. Y este año principalmente me hizo aprender mucho el tema de mi cabeza, de ser un poco más fuerte en ese sentido, de no ser tan débil, porque me pasó mucho que yo era una nena cuando jugaba en primera, jugaba en primera teniendo 16 años. Entonces perdía una pelota y era como castigarme, sentía una responsabilidad que teníamos todas. Me hizo aprender mucho y a madurar mucho en ese aspecto. Hoy dentro de la cancha yo creo que soy otra. Si llego a mirar ese partido de Capurro, seguramente no me reconozca.

Y en muy corto tiempo el aprender a manejar la frustración…

Muy corto tiempo que me costó mucho igual ¡Mucho me costó! Mis frustraciones eran personales, pero como que se las remitía a mi cuerpo y mi cuerpo las llevaba a hacer las cosas mal en cancha. Por suerte siempre tuve compañeras que me alentaron en todo momento. Pero como que me maquinaba sola, que “No puedo hacer esto”; “¿Cómo voy a errar esto?”; “¿Cómo voy a hacer esto?” y me castigaba. Capaz que en defensa la rompía y adelante no hacía nada y me enojaba solo por no meter un libre capaz. Pero maduré mucho en eso, por suerte. Además de disfrutar, aprendí un montón.

Y siempre destacando, ahora me comentabas lo humano del básquet, los valores del deporte más bien. El básquetbol que justo tiene esa peculiaridad, lo humano, compartir, la noción de equipo…

¡Re! ¡Más en el Yale! Para mí lo que caracteriza al club es lo humano que tiene, las personas que hay. No solo jugadoras, jugadores también de otras categorías que te cruzas y podés charlar, la gente de la cantina, la directiva, ¡Siempre con la mejor! Siempre te acompañan, siempre te saludan, tienen una sonrisa en la cara, siempre te alientan cuando pasa algo malo, ¡Siempre! Como que nunca hay un reproche de parte de nadie, es como bueno “La próxima sale”. Y si algún día hay un reproche, quizás no es un reproche, sino como algo para mejorar, siempre desde lo constructivo. Yo creo que es lo que caracteriza al club, lo que nos lleva a crecer más de tantos años que llevamos en la liga.

Porque lo humano también lleva, como por ejemplo, a que se preocupan por el femenino del club. No es que lo dejan apartado, este año pudimos invertir en dos extranjeras, en Luchi (Luciana Chagas) que también no es una más, es un sacrificio muy grande el que hace el club. Porque es un club que no se puede dar el lujo siempre, eso es a pura voluntad y esfuerzo.

PERSONALIDAD DE CAPITANA

Sobre vos como jugadora “La personalidad de capitana” es algo que llama mucho la atención, ¿cómo se dio durante el tiempo, durante el proceso acá en Yale, el ir asumiendo ese rol de capitana?

También me hizo aprender mucho durante el transcurso… Porque vino Gerardo (González), justo se fueron todas las referentes que tenía el club. Yo no digo que no era referente, pero quizás no era tanto como una Sofi Podestá, María Ángel Santana, que se fueron claramente buscando otro tipo de objetivos, y yo no tenía pensado irme del club. Me quedé… y se me dio la oportunidad, confiaron en mí, y fui aprendiendo durante todo el campeonato, desde la pretemporada te diría. Me desmotivó un poco al principio, no me sentía capacitada, porque cuando arrancó era, no te miento, 25 de febrero, y no teníamos plantel nosotras. Yo venía a entrenar y tenía las U19 nomás, no teníamos plantel, no teníamos fichas ¡No teníamos nada!

Un panorama muy complicado…

¡Muy complicado! Estaba Gino Alderete que estaba con las formativas, y por temas de otros trabajos no podía llegar con la mayor, entonces tampoco iba a ser el técnico de mayores. No teníamos ni siquiera técnico, porque Gerardo (González) no estaba contratado ¡No teníamos nada!

Y a ver, cuando arrancó la pretemporada, empezaron a venir más jugadoras y la veía complicada porque no nos conocíamos, éramos un grupo muy nuevo, venía una de Malvín, venía una de Hebraica, venía una de Montevideo, venía una de todos lados. Las únicas que se conocían éramos tres, que eran dos U19 y yo. Venían unas de Paysandú… de todos lados venían ¡No nos sabíamos ni los nombres! era como “Nos va a costar un montón, no nos va a dar, no, no, no”… Y bueno, se dio lo que se dio… Lo que se sabe que se dio…

Pero como que al principio, eso del tema de ser capitana me tenía desmotivada porque sentía que ni siquiera nos íbamos a presentar. Me hizo aprender un montón, también tengo un grupo de jugadoras divino que me ayudaron un montón, y pasamos momentos realmente muy complicados que me tocó afrontar, momentos en los que veía lo que implicaba ser una capitana. A veces sentía como mucho peso encima, pero me hizo aprender que es parte de ser lo que me tocó ser, es mi rol en el equipo. Lo fui adquiriendo durante todo el transcurso del año, no fue de golpe.

Bien me decís que fue un proceso, aprendiendo, a veces con errores, con aciertos… ¿Qué significa para vos ser la capitana?

A mí me da mucha felicidad ¡Un orgullo muy grande! Más representar al equipo que tengo y al Yale que es mi casa. Representarlo de esa forma, con ese título, es como, no soy cualquiera acá ¿Se entiende? Siento que es una responsabilidad muy-muy grande, pero de disfrute pleno.

Te gusta…

¡Me encanta! Me encanta porque además me hacen sentir como capitana. no es como un “bueno, lo tenés porque sí”, es como que me hacen valerlo y la verdad que me encanta, lo disfruto mucho.

Ser capitana, habla y va de la mano con la personalidad. Hay que tener una comunicación directa, responsabilidad, empatía ¿Qué de estas cosas sentís que tenés y que fuiste aprendiendo?

Hay cosas que quizás no las tenía tan aceitadas, que sí decía “bueno esto lo hago”, pero que capaz no lo ponía en práctica. A mí el tema de comunicar las cosas, en mi vida personal (relaciones amorosas, de amistad, de lo que sea), capaz me costaba un poco.

Este año, aprendiendo todo lo que aprendí, lo aceité un poco más. Ya tenía como “Bueno, ¿Qué pasa hoy?”; “¿Qué te pasa?”; “Bueno, lo solucionamos”; “Charlamos con tal”; “bueno, hacemos esto”; “Bueno, hacemos lo otro”; creo que soy una persona que sabe escuchar mucho. Mis compañera, si no tenían la confianza de ir a hablar con el técnico, ir a hablar con un profe, yo sentía como que se acercaban a mí, y eso me hacía sentir muy segura de que estaba yendo por el camino correcto.

Yo soy una persona que escucha mucho y empatizo mucho con lo que pasa. Porque tenemos un plantel muy chico también, de jugadoras chicas, promediamos 20 años, tenemos nenas que van al liceo, que juegan en U16, que juegan en U19, que tienen selección, que tienen problemas de familia, etc. Como que no es todo mayores, no es todo primera, no es todo básquet, a veces las cosas se juntan. En ese momento de decir “Bueno, necesito parar” siento que lo entendía bien, sentía que ellas tenían la confianza para poder decírmelo, y yo ayudarlas en el modo que necesiten y pueda.

Imagino que te ves representada un poco en ellas, en cosas que les pasan, en cuanto a estos primeros pasos, como a vos te tocó darlos a una temprana edad, que ellas también lo están haciendo ¿Te identificas mucho al momento de darles una mano por ese lado?

Hay una nena de U19, se llama Julia, que es una nena que se frustra mucho. Y cada vez que la veo, me veo a mí tal cual, una Cintia chiquita, con lentes, en la cancha, frustrada y enojada. Ver a Julia me hizo darme cuenta de cómo evolucioné en ese aspecto, cómo evolucioné en el sentido de que hasta yo puedo ayudarla a ella a que no le pase. Capaz yo cuando estaba frustrada y había una compañera frustrada no iba a hablar con esa, ahora la veo a Julia frustrada (es un ejemplo que te doy) y siento que puedo ayudarla, porque maduré, crecí, porque siento que fui mejorando la capacidad en este último tiempo para poder ayudar.

Hay muchas nenas que también quizás están muy cargadas con entrenamientos, con cosas personales, y obvio me veo re reflejada en ellas, porque cuando yo era chiquita también entrenaba cuatro horas por día, y a mayores no quería ni venir a veces. A ellas las entiendo, a veces vienen así y les digo “Bueno, tranqui, si querés hace el calentamiento medio chill”, también está bueno que ellas se sientan como acompañadas.

Ya que son chicas, a veces vienen de la selección de entrenar tres horas, y claro es una carga física y mentalmente. Pero venir y decir “uh, tengo mayores”, capaz después de haber perdido un partido feo y decir “Fa, tengo que entrenar con mayores, ya perdimos”, es como como que todo se acumula, y hay que ver todo el trasfondo de lo que pasa. Capaz está mal, está de mal humor, capaz le fue mal en la selección, capaz le pasó algo en la casa, capaz le fue mal en el U19, capaz enojada por el finde, capaz enojada con el técnico, un montón de cosas.

Me estás diciendo estas cualidades que fuiste aprendiendo sobre ser capitana, que sabes escuchar, empatía, identificarte con las otras personas, dar una mano siempre ¿Son rasgos que también demostras fuera de la cancha, ya en un carácter propio de tu personalidad?

¡Sí! Y capaz soy muy repetitiva… ¡este año más! Este año los apliqué más a mi vida personal, ya con amigas, con familia, hablando sobre el “bueno, sentate, ¿Qué pasa? ¿Lo charlamos?”. Aprendí mucho a solucionar problemas de manera más inmediata, porque acá (Yale) si no solucionas un problema así a veces se te acumula, pasan tres fines de semana sin hablarlo, perdemos los partidos de los tres fines de semana seguidos, y bueno… “No es todo deportivo acá”. Eso lo apliqué también a mi “Cinthia Civil” por así decirlo, yo creo que pude.

En cuanto a la personalidad capitana, hablamos de los valores que fuiste adquiriendo, ¿Alguna lección? ¿Algo que aprendiste específico que lo tengas muy presente a raíz de esto?

¡Que hay que hablar! ¡Que las cosas se hablan! ¡Las cosas se dicen! Y guardarte de las cosas a veces es necesario pero a veces no. Cuando uno dice “Mejor no lo digo porque ¿Para qué?”, pero a veces si hay que decirlo. También entender y tener paciencia con el otro, me pasó muchas veces de que me digan “¿Para qué lo voy a decir si sigue siendo las cosas igual?” Esa frase…

Fulminante…

¡Tal cuál! ¡Las veces que la escuché este año! Y fue como “Hay que hablar, hay que comunicar” decir “Mira yo entiendo que capaz lo estás intentando pero no estás cambiando lo que yo necesito que cambies”. Aprendí mucho y una lección muy importante que me quedó fue que “¡Las cosas se hablan!”, se hablan y se comunican, se dice lo que sentís y se dice lo que te pasa.

BÁSQUET FEMENINO

Quisiera poner el foco sobre el básquet femenino, el cuál realmente crece exponencialmente año a año, ¿Qué opinión te merece HOY el básquetbol femenino? Desde tu perspectiva como firme integrante del ambiente.

La verdad ¡Es una felicidad enorme! Que haya tantos equipos, tantos planteles, tuvimos una temporada me acuerdo que hubieron tres equipos, creo que ahora somos 10 y el nivel quizás está hasta un poco más equiparado. Siento que es un trabajo que se viene haciendo de tantos años, en todos los clubes, se le está dando bastante visibilidad dentro de cada club al femenino. Mucho se dice de redes sociales y demás, pero la visibilidad viene de adentro también. Por ejemplo, hablo del Yale en particular, el apoyo que tiene el Yale hizo que hoy en día esté donde esté, que hace muchos años no lo tenía.

Siento que muchos clubes están recibiendo el apoyo que realmente se merecen y muchos clubes que están creciendo cada día un poco más. Algunos que arrancaron hace poco, como Juventud de las Piedras, pero están logrando un montón de cosas, tienen un montón de pibas chiquitas, de formativas… ¡Todos los clubes! Urunday Universitario… El Yale también pasó por eso de tener un proceso y está bueno porque les dan mucha visibilidad a las chicas, yo creo que el apoyo que tienen en la interna los clubes, es lo más importante para mí, mismo Yale, mismo Aguada, Defensor… todo. Es lo que lo hace cada vez es un poquito más profesional.

¿La difusión que se le da?

¡Es importante! Es muy importante. Este año, por ejemplo, no se televisó ningún partido, me acuerdo que un año se prometió, me acuerdo patente, transmitir al menos un partido por fecha… pasaron tres fechas y no sucedió más. Quedó en la promesa, quedó por ahí, como que están y no están, están y no están. Como eso de cobrar 250 pesos las entradas de la nada, como que quieren estar pero realmente no están apoyando del todo, entonces es algo complicado.

¡Sí! quizás por redes se ve un poco más, no sé, Twitter, las notas, Instagram… bueno, este apoyo que tiene Aleras que creo que es el único que está siempre al firme. Pero creo que es una difusión más para la gente que tiene esa accesibilidad, mi abuela que me quiere ver por la tele capaz y no me puede ver. No digo que pasen siempre por la tele, pero por ejemplo no sale por ningún noticiero, no tiene esa visibilidad que tiene la liga masculina, como que no hay esa emoción.

Te pongo un ejemplo bobo, los amistosos de pretemporada que se hacen, de DTA (Divisional de Tercera de Ascenso – Masculino), de Liga (Liga Uruguaya de Básquet – Masculino), de Metro (El Metro – Masculino), todos tienen árbitros ¡Todos!… o tienen una difusión un poco más importante o se venden bonos colaborativos… Acá (Amistoso Femenino) arbitra el profe, el preparador físico ¿Entendés?

Capaz se ponen árbitros para el partido presentación del plantel en el femenino, pero ¿Para todo el resto? Eso va también de parte de los clubes también, ¿Qué seriedad le das a eso? ¿Qué profesionalismo tiene? Son cositas boludas que se van sumando, me acuerdo… ¡por suerte esas cosas ya no pasan! Pero tuvieron que pasar para darse cuenta de que no pueden pasar… como la vez que nos mandaron a jugar a la rambla…

La cancha allá de 3×3 [Formato de Básquetbol] en Luis Alberto de Herrera y la rambla…

Ni siquiera tiene las medidas, afuera, frío, viento, sucia, las lesiones, tengo una compañera que tiene una cicatriz de esa cancha ¿En serio? ¡Claro! O sea ¡Era horrible! La gente miraba por atrás de los arbustos Claro no tiene tribuna… ¡Nada! Estabas literalmente jugando en una plaza. Y estamos hablando de que estamos jugando… Liga Uruguaya de Básquetbol, es la Liga… aunque sea la única, es la primera división, y tiene que tener el apoyo que tiene la primera, que tiene la segunda, que tiene la tercera masculina. Siento que a veces se le da el apoyo, pero porque pasaron cosas antes que no tendrían que haber pasado.

Esa vez en la Rambla, me acuerdo un partido, Malvin contra otro cuadro que no recuerdo… que no le avisaron a un juez que tenía partido… Cayó un juez solo y el otro ¡No sabía que tenía partido! Eso te hace pensar “¿De qué seriedad estamos hablando?”

¡Otra cosa! Que el femenino tenga dos jueces y pongan ahora recién tres para los play-off… ¿Por qué? ¿Por qué? Y además los jueces que arbitran femenino no están aptos para arbitrar primera masculina ¿Por qué primera femenina sí? Esas cosas son como… capaz son una boludez, pero vos te pones a pensar y decís ¿por qué? ¿Por qué yo tengo dos jueces y juego liga femenina? Si juego Liga Uruguaya.

¡Otra cosa! No dejan que nadie transmita nada ¡Que nadie transmita nada! Ponele Aleras quiso transmitir varios partidos y nunca los dejaron. Me acuerdo que transmitieron uno de 25 con Lagomar ¡Y después no los dejaron más! La Radio de Aguada también quiere transmitir uno y no los dejan… Y como que transmiten un partido de los cuatro o seis que hay ¿Entendés? A veces transmiten cuatro fines de semana del mismo equipo. Es como… Hay más equipos…

No es en contra del equipo claramente, no tiene nada que ver. Justo se da que toca ahí. Y no me pueden decir que es por tema de plata ¿Viste? Pongo el caso de Aleras, que lo hacen por amor al arte todos. Entonces yo creo que a mucha gente le gustaría, por ejemplo, hacer lo que estás haciendo vos para algo quizás un poco más elevado, para tener más reconocimiento, llevarlo a un trabajo para ponerlo en tu currículum… ¿Entendés? Yo creo que no hay muchas ganas tampoco en ese sentido.

Ojalá con el correr de los años se avance un poco más en eso, como se avanzó en tantas otras cosas. Vamos a pasitos muy chiquitos, pero ahí se va… ¡Ahí se va!

Estamos hablando ahora de las cosas por ahí que no están bien en el femenino. Me interesa consultarte ¿Qué cosas si están bien? Que han mejorado en los últimos años. Recién mencionaste el ir de a poco, ir más profesionalizándolo ¿Qué cosas han mejorado en estos años en el nivel del femenino? ¿El nivel? ¿El desarrollo formativo por ahí de las jugadoras? ¿La cantidad de clubes que estábamos hablando?

Para mí primordial, por ejemplo el Yale, las formativas que tiene. Las formativas que también van allá a la selección con el Gallego [Alejandro Álvarez] que hacen un trabajo tremendo, que tienen un montón de entrenadores, que todas se forman, que eso también, quieras o no, las ilusiona. Los grupos abiertos… ¡Las formativas son un plus muy importante!

Me acuerdo la vez que se firmó el primer contrato en Malvin, con Florencia Somma, Fiorella Martinelli y Sabina Bello, que eso fue… ¡Un cambio rotundo! Y ahora hay un montón de jugadoras a las que realmente se les paga, que contamos con extranjeras, que además yo creo que la Liga está trayendo extranjeras de muy buen nivel. Muy buen nivel todos los cuadros. También yo creo que ayuda mucho a veces los formatos de la Liga que se están haciendo. Los formatos de la Liga que yo creo que están avanzando cada vez un poco más. A veces capaz le pifiaron en algunas cosas, pero ayuda también en un crecimiento. En un crecimiento para los que están arriba, para los que están abajo, para los que están en el medio, como Yale a veces…

¿Hay algo puntual que se te ocurra qué haga falta para que el básquet femenino siga en esta línea de crecer, de evolucionar? ¿Qué te gustaría ver para que crezca? 

Ay, qué pregunta difícil… Nunca me la hicieron ¿Sabes? Nunca me puse a pensar qué es lo que le falta puntual. Porque realmente le faltan muchas cosas…

Yo creo que seguir en esta línea y mejorando todos los errores que ya se vieron. Que no se repitan, mejorar en ese aspecto. Respetar a veces quizás el laburo de los que están metidos en el femenino, que a veces se pasa medio por alto. El sacrificio que hacen muchas jugadoras también, quizás a veces no se valora tanto. Hay muchas que vienen del interior, en varios clubes. Que los clubes les den ese refugio también a ellas para que se sientan cómodas y puedan venir. Darles ese plus para que vengan acá y que crezcan… ¡y en el interior hay mucho talento! La liga creció mucho con muchas jugadoras del interior.

También la difusión para mí. La difusión no solo por la tele, sino por un montón de medios… Todo lo que te dije, el tema de los jueces, el tema de las entradas. Que eso del tema de las entradas corta un poco todo, ¿viste? “Vine todo el año a ver la liga y ahora tengo que pagar 250 pesos”

Ahora haciendo un pasaje del básquet por ahí a tu vida personal ¿Tenés referentes?

Deportivamente miro muchas jugadoras, obviamente. Cuando vino Candela Gentinetta acá yo quedé impresionada. Justo estos últimos años me pusieron en una posición en la cual quizás yo no estaba estaba muy cómoda, me pusieron en un 4 o 5, que yo no soy mucho de eso.

Siempre te perfilaste más al juego perimetral…

¡Claro! ¡Siempre fui! Y estos últimos años fui una 4… Bueno, este año fui una 5… ¡Una 5! [Entre risas]. Más ahora en esta Champions, cuando la vi a Cande Gentinetta, yo decía “bueno, yo este finde voy a hacer lo que hace Cande Gentinetta”. Capaz lo entrenaba y no me salía, pero como que la tomo como referencia. Ella me gusta bastante como jugadora. Florencia Somma es… Dios. Es la diosa del básquetbol uruguayo por excelencia [El mismo día que se realizó esta entrevista, Florencia Somma recibió el premio a “Charrúa” del año en la rama femenina de básquetbol uruguayo]

¡En lo humano, mi mamá! La tomo como muy referente porque es una persona muy laburadora. Mi hermana también, que la peleo un montón, pero mi hermana es muy compañera ¿Viste? ¿Es mayor que vos? Sí, tiene 33. Mi hermana está ahora trabajando acá en el club, es delegada. Pero antes de ser delegada ella ya me acompañaba, desde que tenía 6 años hasta ahora ¡No faltó a un partido! ¡Te juro que no faltó a ningún partido! ¡Mi papá también! Mi familia es mi referente en todo.

Fuera de lo que es el rectángulo de la cancha ¿Qué te gusta hacer para desconectarte? Aquello que te guste hacer para ocupar tu tiempo

¡La verdad que sí! No hago muchos planes, si te soy sincera. Si tengo un día libre, me gusta pasarlo muy tranquila, quizás me quedo todo el día en mi casa, quizás salgo a comer, quizás salgo a algún lado, pero no soy de hacer muchos planes. Me gusta quedarme tranquila. Quizás un domingo en casa está lindo. Paso mucho tiempo con mi novio también, quizás si tengo un partido malo me descargo mucho con él. Entonces lo tomo como un momento de relax, es como que me siento segura por así decirlo. Soy muy de mirar muchas series, muchas películas. Estoy mirando una serie larguísima, que no la voy a terminar más. ¿Cuál? “The Walking Dead” Uf, tenés un rato… ¡Sí! Pero está muy buena, me la recomendaron un montón, ahora que la arranqué… no puedo parar.

Miro muchas series, me gusta mucho escuchar música ¿Qué te gusta? Se van a reír mis compañeras cuando lean la nota… pero me gusta mucho Tini. ¿Tini? ¡Sí! [Entre Risas] Pero escucho de todo un poco. Todo lo que suene ahora lo escucho.

Me gusta mucho la música en inglés, también escucho Morat, me gusta mucho Morat. Eso me gusta bastante, y también en mis tiempos libres, los ratitos que no estudio, que no hago nada, hago uñas también, tengo un emprendimiento de uñas entonces mis ratitos libres agendo a un par de clientas y eso me desconecta también un poquito, como que no me hace pensar tanto en lo que pasa acá adentro [Referenciando a Yale] ¿Tenes el arroba? ¡@Nailsby.cinthia! [En Instagram] Hay que aprovechar el chivo… ¡Obvio! ¡Aparte las cobro muy baratas!

Mi idea era plantear un pasaje del básquetbol a tu vida personal pero realmente tu vida personal está muy interpelada por el básquet ¿No? Están por cerrar el campeonato con el plantel para pelear el tercer puesto. Y vos estás, por lo que me comentabas en la previa, todo el día acá, estás activa, te gusta estar acá en Yale…

¡Sí! También porque estoy rodeada todo el tiempo de esto. Arranqué desde hace poquito el curso de entrenador, entonces también estoy metida en eso. Ahora estoy con la práctica docente, vengo con los chiquitos… Desde principio de año estoy metida con Gino [Alderete], con la U16 y la U19 femenina.

Vengo acá al club porque estoy todo el día con los chiquitos ¡siempre estoy viniendo! Ahora arranca la DTA y vengo a todos los partidos del Yale. Mi novio juega también acá en Yale, entonces también vengo siempre a verlo. Mi sobrina arrancó a jugar en el Yale y ahora está jugando en Defensores de Maroñas… Entonces, estoy rodeada de básquetbol en mi vida, mi vida es básquetbol. Quizás no solo el Yale, pero el básquetbol en sí está muy presente todo el tiempo, porque yo también lo hago parte. Me gusta, nunca lo dejo de lado.

Uno lo dice en ocasiones “como mi segunda casa”… ¡Es tu segunda casa realmente! ¿No? Tanto Yale, Defensores de Maroñas, lugares que habitas y que te sentís muy en confianza, muy cómoda…

¡Sí re! Yo puedo venir acá y estar todo el día y nunca me voy a sentir insegura, ni incómoda. Realmente me siento ¡muy cómoda! Muy cómoda en el espacio, con las personas, con todo. Yo soy parte y el Yale es parte de mí también. Es algo que me identifica mucho “Cinthia, la del Yale” a veces me dicen, me identifican así ¿Viste? Entonces ¡Por algo será!

HISTORIA CON YALE

Entramos al tema Yale… Es impresionante decirlo una y otra vez… ¡Hicieron historia! Como mismo la palabra lo dice… “historia” ¿Cómo te llevas vos con esa palabra?

¡Es re fuerte la palabra historia! Pero también ¡Es real! No la podemos quitar porque es real. Nunca jugamos serie 1, nunca jugamos semifinales, nunca le ganamos a los equipos que le ganamos este año… Es historia realmente. Entonces ¡Hay que decirlo! ¡Hicimos historia! Y es un orgullo para mí, para el plantel, para el grupo técnico, para la directiva, para los hinchas ¡Para todo! Para toda la gente que nos apoya es un orgullo… y acá se habla, acá se dice “bueno, hicimos historia”.

Quizás no decimos “vamos a hacer historia” porque ya la hicimos, es como “sigamos haciéndolo”. Ahora tenemos este tercer puesto y lo vamos a jugar para seguir haciendo historia. Nunca quedamos terceras de copa de oro [Serie 1] Y tampoco cuartas, pero es un mérito tremendo terceras ¡Me encanta!

Al inicio del campeonato en las previas a dar comienzo, recién me comentabas, venían jugadoras que por ahí no sabían el nombre, que era un panorama que no era el más alentador ¿Se hablaba concretamente de este objetivo? ¿Se hablaba realmente de quedar entre las seis mejor en torneo?

Yo creo que nos planteamos objetivos a corto plazo ¿Viste? Si el primer objetivo era estar entre las seis, desde el arranque del campeonato, con lo que tengamos, con lo que no tengamos, con todo lo que nos pasó ¡Con todo! Me acuerdo que Agus [Bazan] se nos lesionó en el primer partido, y fue como “¡Upa! Se nos viene”.

El partido que volvió fue el partido de Lagomar [3 de Junio, Lagomar venció como locatario en la hora a Yale por 61 a 60 con un tiro en la hora] me acuerdo y repito lo dicho por Gerardo [González], que lo dice en todas las entrevistas que tiene y nos lo dice a nosotras,  “Él todavía ve la pelota en el aire hacia el aro”… y yo también. Después de ese partido nos quedó en la cabeza “Bueno, ¿qué hacemos ahora? era el partido para ganar y para estar arriba, ¿viste? Y cuando entró esa pelota… se nos vino el mundo abajo.

Después, como te decía objetivos cortos, “Perdimos con Lagomar”, Objetivo corto: “¡Ganarle a Defensor!”. Porque si Lagomar ganaba, teníamos que ganarle a Malvin. Objetivos cortos “Vamos a ganarle a Defensor” Para tener más chances de estar entre las seis. “Y si Lagomar gana… ¡Ganarle a Malvin!”.

Objetivos cortos, después se fueron dando las cosas, se dio que entramos entre las seis. De vuelta, objetivos cortos: “Quedar entre las cuatro, ir ganando partidos”, ya con plantel completo y más aceitado, porque era el primer partido de Agus Bazan, pero Agus venía en cancha hace una semana y media entrenando con nosotras. Entonces en cancha no estaba todo tan fluido. Ya con plantel completo ¡Sin lesiones! Porque pasamos por un montón de lesiones todo el año. Enfocarnos en “Estar entre los cuatro, después que sea lo que tenga que ser, pero nosotras tenemos un objetivo claro”.

¿Le da un plus que haya sido como fue? De cuesta arriba incluso, las lesiones, el panorama no lo pintaba para esto, nunca se había conseguido en el club… fue como un batacazo

¡Para mí sí! Más que nada, como grupo. Siento que nos lo merecíamos, por cosas que no sabe todo el mundo, cosas de la interna y eso que nadie sabía. Pero para mí nos lo merecíamos, como grupo sabíamos que lo merecíamos y que podíamos. Y sí, para mí sí le dio un plus eso de que tuvimos tanto tiempo sin Agus, muchas lesiones… Muchas cosas que superar… ¡Muchas cosas que superar en todo el camino! Como grupo, como personas… Yo creo que sí.

Pienso que quizás si no perdíamos ese partido con Lagomar las cosas no iban a ser como se dieron para mí. Te soy sincera y lo pensamos muchas, capaz si no perdíamos ese partido con Lagomar… capaz no salíamos a matar como salimos contra Defensor Sporting ¡Y para mí ganarle a Defensor Sporting no es ganga! Y así es como después salimos, que creo que también jugando en nuestra cancha era donde nos sentíamos más seguras, que se vio durante todo el año, en los puntos de Aguada, los de Malvín, los de Hebraica.

¡Yo creo que sí! Que le daba un plus importante, importante, importante.

Hablamos justo en el principio acerca de que Gerardo, el técnico que asumió este año…

¡Está loco!

¿Está loco?

[Entre risas] ¡Está loco pero lo amamos! Lo amamos con locura. Está loco porque es un enfermo del básquet. Gerardo nos cuenta que se pelea con la mujer porque está todo el día mirando partidos nuestros, mirando partidos de las otras con las que vamos a jugar. Vive por esto y a veces quiere hacer una locura y dice “Bueno ¡Vamos!” y nosotras “¡Sí, lo vamos a hacer!” porque morimos con él y porque él muere con nosotras. Eso lo aprendimos también durante todo el año, nos fuimos acompañando mutuamente.

Quizás al principio decíamos “¿Por qué voy a hacer lo que me está diciendo este?”; “¡Mira lo que dice!”, en un momento cambiamos el chip y dijimos “¿Qué pasa si lo hacemos?”. Nos empezamos a acompañar mutuamente en eso.

Yo ya lo conocía, entonces muchas locuras que el hacía no me sorprendían, otras decían “¿Qué hace?” Y yo “Bueno, es Gerardo” decía yo. Nos acostumbramos a él, a sus gritos, a sus todos, nos acostumbramos.

Haciendo hincapié ahí ¿Cómo fue esa adaptación del plantel a Gerardo? Fue un proceso y se trata de una personalidad fuerte, me imagino por lo que me comentas, a la que había que adaptarse…

Yo creo que nos adaptamos mutuamente. Él se adaptó a nosotras y nosotras a él. Él se adaptó cuando había momentos que teníamos que bajar la pelota al piso, y poner seriedad en la situación que lo requería. Él vive los partidos con mucha intensidad pero porque él es así.

Este año que vino a Yale, tuvo la oportunidad de competir un poco más. ¡Aprendió mucho! Aprendió mucho con nosotras, aprendió mucho con Gino [Alderete], con Diego [Acuña – Preparador físico de Yale], que son unos cracks también. Aprendió mucho de eso, de nosotras, que tuvimos muchas charlas con él, le comunicamos nuestras inquietudes, él nos comunicó sus inquietudes. Aprendimos mutuamente, aprendió él a convivir con el error y cuando tranquilizarse y cuando no. Y nosotras aprender que “bueno, es Gerardo, es así”. Así aprendimos a llevar todo adelante.

¿Qué sentís que fue lo que favoreció y aportó al equipo? Justo en otra entrevista que realizaste comentabas esto mismo, que las escuchaba, era alguien que se podía hablar, comunicar, que les daba su espacio… ¿Cuáles fueron sus aportes?

Quizás tuvo muchos aportes silenciosos ¿Viste? Tuvimos varios momentos en el equipo donde teníamos que resolver cosas internas de equipo-jugadoras, y él nos daba esos espacios. Por ejemplo, un día no entrenamos en cancha porque nos pusimos a hablar entre nosotras. Y él decía “¿Están hablando? Bueno, me voy” Y como que se iba para la cancha, nos dejaba allá en la sala solas y teníamos nuestros espacios.

Como que entendía la parte humana también, eso es algo muy importante y nosotras supimos valorarlo un montón. Cuando nosotras dijimos “Bueno Gerardo, tenemos que decirte esto” fuimos, se lo dijimos y él “Está bien, lo trabajamos, lo cambiamos”. Cuando él tuvo que decirnos algo, nosotras también. Siempre nos dio nuestro espacio. En los partidos también, si teníamos algún aporte en las prácticas… Escuchó mucho a las extranjeras ¡Que las extranjeras saben un montón! Aprendió mucho de ellas también, ellas aprendieron un montón de él. Fue todo muy mutuo y eso estuvo muy bueno.

TERCER PUESTO

Les queda ahora disputar el tercer puesto ¿Cómo están encarando eso? (Recordamos que la entrevista se realizó dos días antes del partido).

¡Bien! Con cabeza de ir por todo. ¡Queremos el tercer puesto y queremos seguir haciendo historia! Si bien no está Luchi [Luciana Chagas], que ya se fue y es una baja bastante importante, yo creo que tenemos todo para llevarnos el punto, para ganarlo y quedar terceras. ¡Por todo! Estamos metiendo muy buenos entrenamientos, tenemos un cuerpo técnico muy metido… más allá de haber perdido las semis, aprendimos un montón. Más que nada, la segunda semi que estuvo mejor. Nos estamos encarando bien y espero que se den los resultados, porque es un partido único.

¿Qué resolución haces sobre este cierre de campaña de Yale? Ahí tocaste el tema de la derrota. Duele la derrota como tal, Pero algo que demostró Yale es que pelearon hasta el final.

¡Bueno, sí! Hablamos mucho este año y tratamos mucho el tema de perder, pero ¿Perder cómo? ¿Cómo perderlo? Por ejemplo, nosotros nos quedamos perder como perdimos el segundo partido. Como el primero, quizás no. El primero tuvimos muchos nervios, muchas irregularidades, el bajón anímico que tuvimos por la lesión de Agus [Bazan], que fue un día antes, faltando cinco minutos para terminar la práctica… nos destruyó.

Pero yo creo que en el segundo ajustamos un montón de cosas, nos enfocamos más en lo que teníamos que mejorar nosotras, y no tanto en cómo defender a los demás, y eso creo que nos ayudó un montón. Por suerte pudimos mejorar en eso. Sabíamos que era una serie difícil ya de por sí, porque es Malvín, estamos hablando de un cuadro que disputa el final four de la Champions, van a jugar una final, los actuales campeones, o sea, estábamos hablando de un equipo groso.

Sabíamos que podía pasar pero ¡Siempre fuimos a ganar! Eso no lo pone nadie en duda, siempre fuimos a ganar, a competir, a todo. Resultados se dan, pero nosotras dejamos todo realmente.

De todas formas, la hazaña, la historia ¿Cómo repercutió en la gente del club, en el ambiente, cómo lo vivieron? ¿Fue como devolverle a la gente que les apoyó?

¡Sí, re lindo! ¡No sabes lo lindo que era venir después de ganar! ¡O mismo después de perder también, olvidate! Y tener el apoyo de todo el mundo, salir del vestuario después de bañarte, y que todo el mundo te salude, que te apoye. Mismo el lunes venir a entrenar y que todo el mundo te aliente, las nenas chiquitas que nos vienen a ver. Yo creo que también le devolvimos un poco de todo eso que ellos nos dan ¡Ese aliento que tuvimos siempre!

Me acuerdo el primer partido contra Malvin, de la semis que perdimos por un montón… ¡Cómo nos aplaudió la gente igual! Cuando terminó el segundo partido también. Como que el apoyo siempre estuvo y yo creo que fue más que nada como que le devolvimos un poquito todo el apoyo que nos dieron. Por suerte siempre estuvo muy bien valorado el trabajo que hicimos y siempre tuvimos un mensaje de aliento para todos.

¿Cómo sentís que repercute, en el equipo, en la mentalidad, de acá hacia adelante esto que consiguieron? Demostraron que se puede…

¡¿Vos sabes que lo charlaba hoy?! ¡Justo hoy, te juro que lo charlé hoy con Gino! Estábamos hablando de eso. ¡Ya está la vara está alta! ¡No puede bajar! ¡No puede bajar más! Y ponernos como objetivo eso. Ahora este tiempo que queda, meternos en las formativas, que crezcan, que el año que viene meter un buen plantel. Que crezcamos todas, desde el lado jugadoras, desde el lado cuerpo técnico. Que sea un lugar seguro para aprender y crecer ¡Y que sirva! Que todo esto no haya sido suerte ni casualidad. Porque para mí no fue ni suerte ni casualidad.

Que se note que es un trabajo que viene de hace muchos años, que se note que el club se lo merece, que las jugadoras que están se lo merecen… ¡Te juro que lo hablé hoy! ¡Que me lo preguntaste y lo hablé hoy con Gino! ¡Que no podemos volver a bajar! Y si bajamos… que volvamos a subir. ¡Nunca más bajar!

Por último, con el tema de Yale. ¿Con qué foto te quedas en tu mente? Que te recuerde y decís: ¡Esto es!… ¿Cuál es esa foto que te viene a la cabeza?

¡Tengo muchas! Pero una que me acuerdo mucho es cuando estamos todas saltando y gritando la canción que cantamos siempre de Yale ¡Pero con una alegría que no te la puedo explicar! Que sale atrás Emilio [Taboada] cantando también. Es una foto que la tengo ahí. Justo salgo yo, salgo abrazada con Agus [Bazan].

Fotografía de Lucas Toledo.

Pero tengo muchas fotos así que recuerdo. Tengo un montón, Pero esa principalmente porque fue el partido contra Defensor que clasificamos [A Serie 1]. ¡Que nadie sabía que estábamos clasificadas! ¡Estábamos cantando porque ganamos! ¡Claro! Se enteraron después ¡Claro! Las que estábamos en cancha no sabíamos que Lagomar había perdido, porque eran al mismo tiempo los partidos.

Terminó el partido y clasificamos. Y nosotras festejando pero porque habíamos ganado, era esa la emoción, de saber que habíamos ganado, que estábamos clasificadas.Después hay una foto abrazando a Juli Sienra llorando en ese mismo partido. Agradeciéndole a ella, a Agus, a todas, porque fueron re importantes en esta liga, para conseguir todo lo que conseguimos.

FUTURO

¡Todo lo que hablamos acerca del camino y lo conseguido y tenés 19 años! ¿Tenés pensado algo para el futuro? ¿Pensás hacia adelante? ¿Qué te gustaría?

La verdad, en este momento voy muy paso a paso. Más que nada cada este año aprendí a disfrutar los momentos, en los momentos que suceden y no pensar tanto en lo que viene. Ahora estoy muy metida en el tema del tercer puesto (el tercer puesto, el tercer puesto). Esta semana estuve mucho con eso. Sé que ya terminan los entrenamientos, pero ya metida en seguir acá en el club, con los nenes, con las nenas. El tema del curso de entrenadores  ¡Pero ya metida! No me saco de la cabeza el año que viene seguir acá en Yale. Con los mismos objetivos de este año y quizás hasta más te diría.

¡Seguir! y por ahora mi idea es seguir en el Yale, después si las cosas se dan en un futuro más adelante, algo un poco más grande ¡Que venga y será recibido! Por ahora eso, voy paso a pasito.

Me comentabas ¡Estás de profe! ¿Estás con ganas de ser DT?

¡Sí, me encanta!

¿Cómo surgió eso? ¿De dónde nace la idea esa de seguir relacionada con el básquetbol desde ese lado?

¡“Gino Alderete”! ¡“Gino Alderete” se llama eso! Porque cuando Gino vino al Yale estaba muy solo en las formativas. Yo era la única que había quedado todos los años anteriores, como que las pibas me conocían… Entonces él me dijo “Si querés podes venir, para que las pibas se sientan seguras, yo estoy acompañado en los entrenamientos, en los partidos, en los amistosos”… De a poco… ¡Claro! “Bueno” le dije yo, y me dio para dirigir la liga de desarrollo, que competimos en U17. Me la dio y me siento re cómoda ¡Me encanta! Me re motivaba en los entrenamientos ¡Me motivaba un montón! Que, por ejemplo. tuvimos un tiempito que entrenábamos algo que se llamaba “vitaminas”. Separábamos por grupos, yo tenía un grupo que tuve todo este tiempo del año y les enseñaba ciertas cosas en lo que sentíamos que debían mejorar ¡Y me ponía tan contenta! Habíamos entrenado la flotadora y me decían “¿Viste que hice una flotadora en el partido?” ¡Esas cosas me re alentaban!

Estoy aprendiendo un montón con Gino ¡Gino me enseña un montón! Y eso lo re agradezco ¡También Gerardo! Porque Gerardo está con los chiquitos y entreno a los chiquitos con él. Entonces aprendo un montón de los dos y me re motiva eso ¡Me siento re bien! ¡Me gusta! Quizás el curso y el contenido es medio denso, pero después sé que va a estar bueno ¡Esperemos! [Entre risas]

Y como DT ¿te perfilas a lo estricto? a “¡Vamos a entrenar!” ¿O por ahí un poco a lo copado, un poco de lo desestructurado? O una mezcla de las dos…

“Miti Miti”, a veces me tomo el atrevimiento y les corrijo algo así como “media dura”. Pero no, por lo general Gino en las prácticas me pone en los momentos de juego y diversión, y ellas quedan contentas. ¡Me gusta un montón que se diviertan y pasen bien! Que además también es parte del proceso de estar en formativas. ¡Con los chiquitos también! ¡Es lo que más me gusta de los chiquitos! Entrenarles juegos y esas cosas…

¿Un sueño? ¿Cómo te ves? ¿Qué te gustaría hacer?

Hoy mi prioridad es el Yale, si te lo digo así. Entonces… no sé si es un sueño… pero es como mi objetivo, que me lo planteé todo este tiempo, hacer que el Yale crezca ¡Ese es mi objetivo! Como lo tuve todo este año en tema de competitividad, en mayores, etc. ¡Dejar el club lo más arriba posible!

Después, en términos personales ¡Que se venga lo que se tenga que dar! Si se da no sé… algún día jugar afuera…. O esas cosas ¿Viste? A mí me re ilusiona. Sé que está quizás un poco más lejano hay que soñar en grande ¡Estoy soñando en grande!

La última pregunta, con una retrospectiva a todo este pasaje que realizamos de tu camino ¿Dónde decís que está él “click” que te hace ser quien sos hoy?

Uf ¡Qué pregunta! ¡Está re bien! Nunca me había puesto a pensar en eso ¿Sabes? Pero ahora que me lo preguntas… Como te decía, el Yale es mi prioridad en todo últimamente. Entonces, yo creo que todo lo que pasó este año, todo lo que aprendí… Yo creo que me hizo un cambio bastante grande. Yo maduré mucho este año ¡Pero mucho, eh!.

No sé si hubo un momento en específico que me dé click ¿Viste? Pero creo que fueron un cúmulo de cosas que yo dije “¡fá! Qué salado lo que estoy viviendo” No solo a nivel deportivo, sino humano, en el sentido de mis compañeras, en el sentido del cuerpo técnico. En mi vida personal también. Dije, “¡fá! Qué locura lo que estoy viviendo. No es ganga todo lo que estoy haciendo”. Entonces no siento que haya tenido un momento concreto que me haya hecho decir “¡fá! Cambié”.

Como que YO fui todo un progreso este año. Progreso en todo y lo tomé siempre muy positivo. Dentro del básquet que luego me hizo transportarlo a lo personal.

Deja un comentario