Cerrando la noche rugieron las leonas

En un partido que desde lo extradeportivo no fue el ideal, rugieron las leonas y 25 de Agosto derrotó ampliamente a Hebraica Macabi por 106 a 30 tras visitarlas cerrando la noche en la Ciudad Vieja.

EL PARTIDO

Tras ganar el salto, 25 de Agosto consumió su primer posesión en protesta por no haber recibido acceso al vestuario hasta 30 minutos antes de comenzar el partido. Como si fuera parte de un guion cómico, el propio reloj de 24 se rompió en la recarga. Por este motivo el comienzo real del partido se vio demorado unos minutos.

En el final de la primer posesión de las macabeas, Melina Aguilar sufrió una torcedura de su tobillo derecho, por lo que tuvo que salir a que se lo reforzaran en el banco antes de reingresar, pasando el ecuador del período. Pese a haber perdido a una titular las leonas encontraron rápidas ventajas en la pintura, tanto posteando a Coli, como penetrando y buscando la descarga corta. Mientras tanto las locales forzaban tiros malos o perdían pelotas, dando ahora a la visita la posibilidad de correr. Un parcial de 0 – 9 con 5:12 por jugar hizo que Nelson Da Roza pidiera un minuto.
Al volver, las locales extendieron la marca a toda la cancha y puso en aprietos a las de Villa Dolores, que perdieron alguna bola y forzaron tiros incómodos. Un parcial de 12 – 2 con tantos de todas las jugadoras que estaban en cancha permitió que las de Camacuá pasaran por primera y última vez en el partido (12 – 11). El regreso de Coli puso fin a la racha de Hebraica. Con un robo en el 1 puso a correr a Quintana para asistirla. En la siguiente jugada, tras un rebote defensivo, la volvió a asistir para otro gol corriendo la cancha. Sumados a dos dobles propios en el último minuto, fue la interna de 25 la encargada de extinguir la reacción de las de Ciudad Vieja. Fin del primero 12 – 20.

Segundo cuarto

El segundo cuarto fue marcado por las de Bado que en la presión a toda la cancha alternaban la marca personal con la zona presión 3-1-1, buscando atrapar la bola. Cuando esto ocurría, Macabi no lograba encontrar respuestas. Confiando en el pique de Sofía Fernández, en lugar de apostar a salir con pases. Esto llevó a que el equipo perdiera 8 pelotas en la salida, entre pases malos, pérdidas en el transporte y una de 5 segundos al sacar de abajo. Cuando llegaban al ataque, lo hacían habiendo consumido muchos segundos y cansadas. Por este motivo cometieron otras dos pérdidas de 24 segundos.
Las del zoológico marcaron un parcial de 0 – 23 en casi 7 minutos (12 – 43), hasta que un triple de Machuca, ya al final de la posesión, logró evitar que se fueran zapatero el segundo chico. Al descanso largo 15 – 50

SEGUNDO TIEMPO

Jugadora de 2

El segundo tiempo, con el partido completamente quebrado, comenzó con una clara señal de que la visita no bajaría la intensidad. Quintana robó el pase con el que Rijo iniciaba el tercer cuarto para marcar una declaración de intenciones. La intensidad defensiva se mantuvo, pese a la rotación del banco. Por el lado de las de Ciudad Vieja, sumaron un tipo de pérdida que la presión de las leonas aún no había provocado: 8 segundos. El cuarto cerró 5 – 31, totalizando un marcador provisorio de 20 – 81.

Cuarto Cuarto

El último cuarto trajo el mismo libreto que los dos anteriores. Las de Villa Dolores nunca soltaron el pie del acelerador y tan pronto como su rival llegó a 25 puntos, lograron anotar el punto 100 que fue muy celebrado desde el banco. Parcial de 10 – 25 para decir que cerrando la noche rugieron las leonas por 30 – 106.

Estadísticas oficiales del partido: https://fibalivestats.dcd.shared.geniussports.com/u/FUBB/2490693/bs.html#ASFSK

DESTACADAS

En 25 Rocío Bereilh anotó 24 puntos, bajó 8 rebotes y repartió 5 asistencias. La acompañó Débora Coli con 22 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias, además de la jerarquía para ponerle fin al único momento de las locales que tuvo el partido. En Hebraica fue Magdalena Machuca con 11 puntos la máxima anotadora, bajando 8 rebotes. La acompañó Sofía Fernández con 7 puntos, además de ser responsable casi constante de subir la pelota ante una presión asfixiante.

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