«Se gane o se pierde no borro ninguno»

Vanessa Molina tiene 32 años, oriunda de Fray Bentos, es policía y actualmente juega de ala pívot en el club 25 de Agosto.

Sus primeros pasos en el básquet fueron a los 7 años en el Club Nacional de Basketball de Fray Bentos donde nos cuenta que “Yo hacía atletismo, donde un día fui a ver a una amiga que jugaba en Nacional de Basketball de Fray Bentos y el técnico recién estaba empezando con el femenino entonces me invito, fui y ahí empecé”.

Nos cuenta, sobre lo que le ha dejado el básquet, “Me ha dejado lo que es aprender del juego colectivo, el saber compartir porque a veces un deporte individual, el esfuerzo es de uno y los logros son de uno, pero a mí por lo menos me gusta mucho mas cuando es colectivo. Siempre rescato el compañerismo, la amistad que te deja, el conocer gente cuando tenes oportunidades de viajar y siempre te deja esas amistades por fuera que esta bueno”.

Hablamos del significado que han tenido sus entrenadores en su carrera, “Empezando por mi primer técnico que fue el que me invito, al cual, le agradezco y cada vez que voy a Fray bentos lo saludo. Él fue el que me enseño y es uno de los muy pocos que le dedico mucho al femenino, como de ir a buscar a las jugadoras a las casas para ir a entrenar o para hablar con los padres para ir a jugar en la liga de Mercedes. Cuando me vine a Montevideo, conocí al “Cabeza” en Malvin y obviamente que las practicas eran muy diferentes. Después me fui a Aguada que estuve 10 años, imagínate que ahí pasaron muchos técnicos, pero recuerdo uno que era Fernando Calcaño que también, era uno que le ponía ganas y peleaba por nosotras en el club por el espacio y todo.

Ahora al estar en 25 que no los conocía y por ejemplo al “Zurdo” o a “Quique” que le mente y pelean por el femenino a full. Todo eso te marca y te da ganas al menos a mí. Ganas de apoyarlos, de no faltar, de organizar mis horarios para poder entrenar que no todos los técnicos logran eso y está bueno que un técnico y un preparador físico te incentive a todo eso, a poner parte de cada una”.

Donde si tuviera que elegir un entrenador, nos dijo, “Que difícil, pero si tengo que elegir, elijo a mi primer técnico de cuando yo era chica, pero de todos se rescata un poco”.

Luego de haber jugado en Cordón la pasada temporada, nos cuenta como se sintió individual y colectivamente. “Bien. Lo que era el grupo humano de Cordón buenísimo ya que las conocía porque con la mayoría había jugado en Aguada y también de otros clubes de haberlas visto jugar. Me sentí muy cómoda y más allá de la situación sobre todo es divertirse. Mal o bien llegamos a la final de copa de plata que lamentablemente no la pudimos ganar, pero fue tremenda experiencia”. Además, nos agrega el cambio de un club a otro, “Son dos clubes muy diferentes.

En Cordón no conocía el club más de ir un par de veces a algún amistoso. Hay mucha diferencia en 25, como el espacio que nos da el club, el tiempo que se le dedica al femenino por ser el primer año y obviamente que la carga horaria de entrenamiento. No recuerdo bien, pero en Cordón entrenábamos 2 o 3 veces a la semana como mucho solo en cancha sin físico y en 25, entrenamos casi toda la semana, cancha y físico”.

Para este 2020, la jugadora llego a 25 de Agosto y nos cuenta, “Estaba haciendo la pre-temporada en el club Montevideo que se estaba armando el femenino para este año. No eran mis intenciones de jugar este año, pero caí en 25 por “Vicky” Cardone que juego en Cordón conmigo donde me dijo que el “Zurdo” la había invitado, pero no se animaba a ir sola entonces, ver si yo la acompañaba. La acompañé, caí en 25 y ahí ya empecé a entrenar con ellos”.

Nos agrega como venían antes de la pandemia y como vienen ahora, “No recuerdo bien, pero a mitad de enero empezamos la temporada que prácticamente veníamos entrenando todos los días, muy enchufadas y de golpe, el 13 de marzo entrenamos y después de ahí ya empezó todo el tema de la pandemia. De venir muy enchufadas a quedarse encerrada cada una en su casa, fue tremendo cambio. Igualmente, desde la parte física nos mandaban la rutina para toda la semana, 3 rutinas por semana y bueno ahí la fuimos llevando, pero obviamente que no es lo mismo. Ahora ya estamos volviendo”.

Le consultamos sobre el crecimiento de esta liga femenina de Uruguay y que le faltaría para seguir creciendo, donde nos responde, “Desde que yo inicie hasta ahora, que cuando yo me vine a Montevideo a jugar si no mal recuerdo fue en 2008, hay mucho cambio. Sobre todo, muy favorable para lo que son las nuevas generaciones. Hay mucha más difusión, como en el caso de ustedes que están dando a conocer las jugadoras.

También el espacio que nos dan los clubes que mal o bien nos están dando su lugar y no conozco muy bien el tema de formativas, pero conozco varios clubes que hoy en días tiene formativas femenino, lo cual eso antes no había tanto. Está creciendo más bien en el tema de publicidad, aunque es todo de a poco, pero de forma lenta se va creciendo. Como te digo desde el 2008 hasta ahora, hay tremendo cambio”.

Sobre sus referentes nos dijo, “Referente no. Siempre me gusto Leandro García Morales que cuando yo estaba en Aguada siempre lo veía entrenar mucho y veía al tipo que estaba dos horas antes haciendo los calentamientos y luego de la práctica se quedaba una hora tirando libres que eso es lo que hoy por algo se destaca. Femenino miro mucho de WNBA que en su tiempo me gustaba Lisa Leslie, pero ya esta retirada y no tengo mucho referente, aunque siempre se rescata algo de alguna jugadora, pero no mucho”.

Casi finalizando la nota, le pedimos que nos dejara un mensaje para que otras niñas se sumen al básquet y para las que ya lo están, no dejen, “Que sigan, aunque obviamente siempre van a haber piedras en el camino pero que es un deporte que les va a enseñar lo que es la amistad, lo que es jugar colectivamente, también mucho conocimiento y que se esfuercen por llegar que se viene luchando justamente para que en futuro todas esas niñas puedan llegar al exterior con más facilidad”.

Por último, le hicimos un ping pong:

– ¿Un partido inolvidable? Individual y/o colectivamente.

Un partido que me gustó mucho jugarlo, aunque lo perdimos fue el año pasado, la final contra Remeros en Mercedes. Veníamos remándola, lo dimos vuelta y Remeros al final un poco como que nos hizo la lucha ya que en Mercedes lleva mucha gente, aparte de que las jugadoras estaban dejando todo y la hinchada que tenían por fuera, hizo que fuera tremendo partido. Otro partido también que no me olvido, es del año pasado que tuve la oportunidad de viajar a Unisinos con parte del equipo de Cordón que representamos lo que fue Maldonado donde un partido que fue para jugar tercer puesto que jugamos con otro equipo Uruguayo. Ese día nose que me paso que estaba caliente de muñeca –se ríe- y estuvo bueno.

– ¿Un partido que borrarías? Individual y/o colectivamente

No borraría ninguno. Mal o bien siempre te dejan una enseñanza, aunque no recuerde a todos los partidos, así se gane o se pierde no borro ninguno.

– ¿Tenes alguna cábala?

No no. Nose si es cábala o un poco de histeria de mi parte o costumbre, pero si, por ejemplo, dejo mi botella en alguna posición con la tapita o algo así.

– ¿Mejor jugadora de la temporada pasada de liga femenina de Uruguay?

Creo que Camila Kirschenbaum. Yo estuve un tiempito jugando en Defensor, donde ella era chica, pero ya la veía con mucho futuro y hoy en día, es una jugadora que la veo y tiene todas las condiciones.

-Si no fueras basquetbolista, ¿qué deporte practicarías?

Estaría en el atletismo que me gustaba o handball que también jugaba.

– ¿Cómo te describirás como jugadora?

Que pregunta esa –se ríe-, no es una pregunta que me guste mucho, pero me gusta dejar todo en la cancha.

Un comentario sobre ««Se gane o se pierde no borro ninguno»»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *