Siguiendo con la sección DT, nos acercamos al Club Malvín a hablar con Juan Pablo Serdio, DT y campeón con Malvín en varias oportunidades. Previo a un entrenamiento de las Playeras se sentó a hablar con nosotros.
Sus inicios
Si bien el básquetbol no estuvo siempre presente ni fue el plan inicial, Juan Pablo lo practica desde muy chico, al consultarle cómo fue que comenzó a jugarlo recuerda: “Yo siempre jugué al fútbol. Me acuerdo de haber ido a través de un profe que me dirigía en La Mennais. Me llevó a jugar a Defensor, hice unas pruebas y quedé, incluso comencé a hacer una pretemporada con Defensor.
Mi viejo quería que hiciera deporte pero prefería otra cosa. Él en ese momento conocía a Julio César Zito (Ex Presidente de Cordón) y me preguntó por qué no jugaba al básquetbol. Empecé a los trece años en Cordón y ahí jugué tres años.” Luego agrega entre risas: “Yo era hincha de Malvín y un fin de semana fui a la cancha a verlos jugar. Cuando llego Parrella (Enrique) me ve y me pregunta por qué no jugué ahí; yo ya me había probado pero nunca me dieron mucha bola, ahí empecé a jugar en las formativas de Malvín.”
Su carrera comenzó desde muy chico. Comenzó siendo jugador hasta ser hoy en día director técnico. Le preguntamos cómo había sido este camino y si ese era el objetivo o fue algo que surgió después. Sobre esto reflexiona: “Yo toda la vida me sentí deportista, no va por si jugaste o no profesionalmente, yo siento al deportista como gente que ama el deporte, que lo ve como un medio para muchas cosas, sobre todo para construir ciudadanía. Eso es algo que le falta al Uruguay, construir ciudadanía a través del deporte. A mí me gusta trabajar en el deporte en lo que este me permita trabajar.
Yo aparte de mi carrera como deportista, entrenador o lo que sea, trabajé como jefe de ventas en un laboratorio farmacéutico, siempre me gustó gestionar personas. De hecho, cuando jugaba al fútbol en la Liga Universitaria y no tenía exámenes, yo era entrenador. De ahí hice el curso de entrenador de fútbol. Me siento cómodo, me gusta manejar grupos. Se van dando las cosas y uno se empieza a formar y seguir creciendo. El manejo de personal siempre me resulta gratificante. Haber encontrado algo distinto con el femenino, o haber trabajado en formativas como lo hice hasta el año pasado, me rejuvenece todo el tiempo. Me voy cansado físicamente pero contento, me gusta.”
El básquetbol femenino y su proyecto
Serdio está vinculado al básquetbol femenino hace ya varios años, quisimos saber cómo llegó a donde hoy está y cómo fue su primer contacto. “En realidad se dio como una casualidad. Yo me recibo como entrenador de básquetbol en 2006/2007, el primer año que Malvín (masculino) sale campeón. Termino de entrenar, voy a hablar con Pablo López y le pido para ir a ver los entrenamientos en el Cilindro, porque Malvín estaba jugando las semifinales. Por supuesto Pablo me abrió las puertas, empecé a ir y Malvín salió campeón.
Vamos con mi viejo a Franca (Brasil) a ver a Malvín en la Liga Sudamericana. En la piscina, Sandra Panario, me comenta que se habían quedado sin entrenador en el equipo femenino. Yo cuando me arrimé a Pablo López mi intención era empezar a trabajar en Malvín, pero yo quería formarme como entrenador, cualquier espacio que el Club me pudiera dar me servía para seguir trabajando el deporte.
Cuando me ofrecen eso yo no tenía idea que estaba esa vacante.” Luego nos comenta sobre su larga trayectoria trabajando en Malvín: “La permanencia se debe pura y exclusivamente a las gurisas, a como recibieron mi propuesta y a como yo recibí de ellas el cien por ciento. Eso te motiva a dar más y así se generó una sinergia entre el grupo de gurisas que empecé a dirigir, de las que hoy quedan dos o tres. Siempre me gustó gestionar y dirigir, por lo que armé un proyecto. Creo que eso es lo que las gurisas reconocen, no si sé más o menos, el involucrarse cien por ciento en lo que estamos haciendo. Así se generó ese vínculo que se retroalimenta y se sigue retroalimentando.”
En la vida se nos van presentando desafíos, en cualquier ámbito, meterse en el básquetbol femenino no fue la excepción. Según Juan Pablo el mayor desafío fue: “Si yo te pregunto a vos o a cualquier persona ‘¿quién sabe más de básquetbol? Pablo López o algún entrenador de Minis’. Seguramente lo que todos digan es ‘Pablo López’, porque hay un ranking de entrenadores. Romper con esos rankings y que te importe poco está bueno. No te voy a decir a decir que es un desafío y que me lo propuse, pero a mi esas cosas me motivan.” Y explica: “El jugador de básquetbol hace un ranking, no es lo mismo cuando vos dirigís o entrenas en primera.
Yo dirigía el femenino, en un momento me llama Cordón y empiezo a dirigir Liga, ahí los propios jugadores te empiezan a mirar diferente, creen que vos sabes más. Los entrenadores tenemos que prepararnos para hacer lo mejor posible, en el lugar que nos toque. Eso es lo que hace una diferencia. Yo arranqué entrenando con el femenino en la cancha lateral y en la cancha abierta. Uno tiene que prepararse e ir ganándose el espacio. Eso me ha hecho permanecer en el femenino.”
Las Playeras
Cuando Juan Pablo empieza a trabajar con Malvín y su equipo femenino, tuvo que presentar un proyecto, qué objetivos tenía y cómo pensaba conseguirlos. De ese proyecto inicial ya pasaron varios años, le consultamos si hoy mirando retrospectivamente cambiaría algo. Referido a esto nos cuenta: “Por suerte siempre hay muchas más cosas para hacer. Como entrenador, como gestor del femenino, como coordinador de formativas, hay mucha cosa para hacer. Una cosa que no pude convencer nunca al Tano (Sergio Somma) fue de hacer una serie de Liga Sudamericana acá.
Cuando nosotros llegamos a un quinto puesto en un sudamericano (2014) veíamos que existe eso de la localía y favorecer un poco al locatario. Veíamos que estábamos muy cerca de meternos en semifinales y hubiese sido un salto brutal. Lo que hicimos estuvo bueno, peleamos para que nos dejaran jugar contra varones cuando muchos nos decían que era imposible, empezamos a competir a nivel internacional, nos comimos unas bolsas bárbaras, pusimos la cara cuando había que ponerla, fuimos creciendo. Por suerte, hay muchas cosas para hacer, no cambiaría nada.
Por otro lado señala que “el tema es seguir generando, y sobre todo, generar gente que siga generando. Eso me satisface muchísimo. Está el caso de Sabina (Bello), Florencia (Somma), Fiorella (Martinelli) que entrenan a otras categorías o son profesoras, siguen generando, de eso se trata.”
Serdio fue campeón con Malvín en varias ocasiones, para poder lograrlo se tuvo que trabajar muchísimo. Le preguntamos cuál diría que es la ‘clave del éxito’: “Hay una cosa que decía Rubén Sosa cuando vino de Italia, el tema es que se alineen las tres patas. Cuando las jugadoras, la dirigencia y los entrenadores están alineados es bastante sencillo de trabajar.
Acá hay un proyecto que viene de antes de Serdio y va a seguir después de Serdio. Va a seguir hacia adelante porque hay cantidad de gurisas. Creo que es la estabilidad del proyecto. Cuando Malvín perdió la final con Bohemios se le faltó el respeto al proyecto Malvín. Después de eso el Club siguió siendo referente en básquetbol femenino, pierda o gane, porque hace treinta años tiene equipo femenino. No va en si es mejor o peor el entrenador, es porque hay un proyecto estable que les da a las gurisas un espacio para poder desarrollarse. Va más allá de salir o no campeón. Nosotros competimos, no importa la categoría, porque hay gurisas y nos preocupamos porque las haya.”
Una nueva edición de la LFB
En medio de la incertidumbre del reinicio del básquetbol uruguayo, el equipo de la playa ya se está preparando. Juan Pablo nos habla del plantel, la pandemia y la liga. Menciona que “yo creo que el nivel va a ser más bajo que como se terminó la última liga. Pasa siempre en todos los deportes, terminás en el punto más alto, pasan dos meses y se vuelve a empezar. Luego los equipos se vuelven a armar y vuelven a crecer.
Esta Liga es mucho más corta y va a ser mucho más rápida. En nuestro caso puntual, además, se fueron muchas jugadoras al exterior, Emilia (Larreborges), se va Agustina (Aceredo), y hay muchas en situaciones similares. Como en Malvín tenemos una línea de trabajo que empieza desde más chicas, vamos sumando a esas nuevas jugadoras, les damos un espacio. Le vamos a dar la seriedad que corresponda. Ha sido difícil manejar los humores, nadie entrena para no competir. Nos veníamos preparando para empezar en determinada fecha y ahora no sabemos cuándo arranca. Por esta incertidumbre tuvimos que ir modificando la frecuencia de los entrenamientos.”
Quinto puesto sudamericano
Algo que no mucha gente sabe es que el equipo de Malvín logró un quinto puesto en la Liga Sudamericana en el año 2014. Serdio recuerda: “Eran dos series de cuatro. En nuestra serie estaban las brasileras y las colombianas, que luego son las que juegan la final. Malvín empieza a jugar en el sudamericano en 2009 y vamos con las jugadoras de acá, empezamos jugando contra Central Entrerrianos (Argentina) y les sacamos 22 puntos y después terminamos perdiendo por 22 exactamente, el segundo tiempo nos mataron. Teníamos un equipazo y anotábamos pero nos mataron. Era el primer sudamericano, después nos comimos una paliza con unas chilenas que nos ganaron con un doble en la hora. Quedamos afuera.
Para el segundo sudamericano decidimos llevar un par de refuerzos, hace el esfuerzo el club y traemos a una jugadora de afuera. A ella le pedimos que nos recomendara una jugadora, nos presenta a una que además era entrenadora. Vino pero llegó directo a Ecuador, ese partido lo ganamos, creo que fue en 2011. Ahí nos entusiasmamos entonces reclutamos dos jugadoras universitarias de 22 años, una buena tiradora de tres puntos y una pívot que hacía todo. Ahí ya la cabeza estaba para competir, queríamos ganar.
Uno arranca y ve cómo es la competencia, después querés competir y ganar. Al año siguiente fuimos a jugar a Chile y perdimos en la hora contra Berazategui para pasar a la fase final de la Liga Sudamericana. Yo siempre me río y lo peleo a Pablo (López) porque el femenino de Malvín salió quinto antes que el equipo masculino, después ellos obtuvieron un tercer puesto. Pero es un tema de ilusión, por eso siempre es bienvenido las cosas que hagan ustedes, esto es un camino sin retorno, va siempre para adelante.”
Una Liga que crece
La Liga Femenina de Básquetbol viene creciendo a lo largo de los años, pero qué le falta para terminar de consolidarse. Con respecto a esto Serdio reflexiona: “El otro día hablaba con un gran amigo mío, Marcelo Capalbo, y me dice ‘Cabeza, ¿qué le falta al femenino?’ y yo le respondí: ‘Tiempo’. Nada más que tiempo, estamos haciendo las cosas bien.” Y agrega: “Obvio estaría bueno que cuando plantean que se va a sumar Remeros de Mercedes no hagamos un lío para ir a jugar a Mercedes y gastar seis mil pesos de nafta, o que si mañana se quiere sumar Salto y hay que gastar ocho mil pesos de nafta para ir a jugar. Si hay que ir vamos. Eso ya no es un tema del básquetbol femenino, es un tema mezquino. Ojalá se sumaran tres o cuatro más equipos del interior.”
Por otra parte nos cuenta: “Tiramos la idea este año de que haya una Liga Femenina y un Metro Femenino o Liga 2. Porque estaría bueno que haya diez equipos con una diferencia y otros diez u ocho con otra, porque equipos hay. No hay que hacer un esfuerzo para que jueguen todas mezcladas, hay niveles y no hay que estresarse, hay mejores y peores, ¿cuál es el problema? En todos lados pasa, hay que intentar mejorar y siempre tratar de jugar al mejor nivel posible. Creo que estamos haciendo las cosas relativamente bien, vamos en camino y es un tema de tiempo. Yo cuando entré en el femenino me acuerdo que había una discusión sobre si todos los equipos tenían que tener un equipo femenino o no. Leí todo el artículo y no hay ninguna obligación de nada, hay recomendaciones. Es lo que decía antes, es ganarse el espacio. Si quieren vamos a entrenar como que quieren de verdad. Hace quince años te veían entrenar al femenino y capaz miraban raro, hoy nadie dice nada, porque ellas se ganaron el espacio, porque cuando entrenan lo hacen a morir.”
Una de las cosas que se implementaron estos últimos años es la transmisión de partidos por la televisión. “Es una motivación extra. Está buenísimo. La difusión hace que se genere una repercusión interesante. Las gurisas se motivan, saber que te están mirando. Las ven en la tele y les dicen: ‘Te vi en la tele, no sabía ni que jugabas’. Es sin dudas la frutilla, además se tiene que empezar a cobrar entrada. Podrían pasar más partidos del femenino durante el año.
Hay veces que se dice que la gente no quiere verlo, pero la gente ve lo que le ponen para ver. Si me dicen que la gente quiere ver todo lo que pasan en la tele me están mintiendo, pasan cualquier cosa. Es lo que te decía de construir ciudadanía a través del deporte. Uno de los problemas de la educación pública es que los adolescentes se van del liceo, lo abandonan.
El deporte podría ser la forma de retenerlos, me cuesta creer que no se den cuenta, o que se den cuenta y no hagan nada. Si vas al liceo y te gusta practicar un deporte, y para entrar a un equipo necesitas determinadas notas, te esforzás. Porque a nadie le gusta estudiar, tenés que motivarlos, generarles las ganas de competir y de pertenecer. La televisión debería pasar partidos de varios deportes, de cualquiera, pero generar una cultura deportiva que genere una mejor sociedad.”
Otra de las medidas empleadas para darle otro atractivo es la incorporación de jugadoras extranjeras. Según Juan Pablo esto ayuda al crecimiento de la liga porque “lo primero es que traés una profesional, cobra por jugar. Acá no cobra ninguna, algunas han vivido experiencias en el exterior, pero acá no. Entonces cuando llega ven cómo se comporta una profesional. Nosotros cada vez que traemos una extranjera Sabina (Bello), Flor (Somma) y Mariana (Sosa), las llevan a hablar con las gurisas chicas, hay que generar.
Además de comportarse como profesionales, obviamente elevan el nivel deportivo de los torneos. Esta era una linda oportunidad para traer extranjeras, las argentinas están desesperadas por venir a jugar. Igualmente pasa con los varones, no tienen competencia, no cobran, etc. Pero nos perdimos la oportunidad. Hoy te decía de la mezquindad, decían que el que tiene plata va a traer mejor, pero no viene por ahí, vamos a elevar el nivel.
Sí, el que tiene plata va a poder traer mejores jugadoras, pero no importa, es algo que pasa en todos los deportes, no es algo negativo. Ojalá pudiéramos traer mejores extranjeras y dentro de diez años tener una liga como la Liga Israelita, rentada y las mujeres viven de jugar al básquetbol.”
Su futuro
Al preguntarle sobre sus planes a futuro, tanto personales como con el básquetbol, nos cuenta que “estoy armando un proyecto con mi cuñado de comida deshidratada y saludable, ya lo teníamos medio ahí, pero ahora me quedé sin trabajo por la pandemia así que le estamos metiendo con más fuerza. Además estoy desarrollando con mi sobrino una empresa de construcción, a mí siempre me gustó.
Con respecto al básquetbol, este año estuve a punto de volver a dirigir varones mayores, estuve por arreglar con un equipo de Metro pero al final mi propuesta les pareció muy ambiciosa. Estuve trabajando como asistente de la selección mayor, espero que el año que viene siga eso. Después iremos viendo. Siempre es importante que sea desafiante el objetivo, nunca la estabilidad por estar y nada más.
Con Malvín salimos campeones el año pasado, pero el objetivo, más que estar, es volver a generar una generación de gurisas que dentro de diez años sean competitivas de vuelta, que creo que es lo que estamos haciendo. Me encantaría jugar un Mundial con mi sobrina nieta, las hijas del Tito Borsellino y mi sobrina, una tiene dos años y la otra ocho meses. Siempre les digo a los padres que me van a llevar a jugar un mundial, jugar una instancia de esas por Uruguay en el básquetbol femenino sería un sueño. Después veremos a dónde llegamos.”
Un consejo
Juan Pablo Serdio es DT del femenino hace años, por lo que ha visto a muchas jugadoras pasar, quisimos saber qué consejo le daría a las jugadoras que recién se están acercando al mundo del básquetbol. “Trato más de demostrar que de dar consejos, siempre pensé que los hijos se crían con lo que ven y no con lo que uno les diga. A esto hay que ponerle toda la pasión del mundo, para poder lograr tu mejor versión y listo. Que le pongan todo. El objetivo es entrar a la cancha y dar el cien por ciento. Después según tu talento jugarás en una u otra liga, pero no dejen de hacerlo con pasión. Esto no se trata de quién tiene más años, sino del que tiene más pasión. El deporte no te saca, vos te sacas del deporte. Si dejas de tener pasión vos mismo te echas del deporte. Hay que hacerlo con ganas.”
Su sucesora
Desgraciadamente, Juan Pablo no es eterno, en algún momento se tendrá que retirar y alguien va a tener que ocupar ese puesto. Le pedimos que eligiera a una jugadora para que lo suplantara, y nos contesta entre risas: “Prefiero no contestarlo”.
Luego acota “Mis dos proyectos son bien diferentes, Fio (Martinelli) y Sabi (Bello). El crecimiento que han tenido y que siguen teniendo es fundamental. Quiero ayudarlas a que terminen su formación. Ellas siguen siendo jugadoras todavía y es difícil dirigir siendo jugador, yo creo que no se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo. Quiero acompañarlas mucho más para que ellas sean las que continúen.”