Un brillo especial

Amante de la docencia en primer infancia, estudiante de magisterio, entrenadora nivel 2 (casi 3) de ENEFUBB y jugadora de Yale, ella es Martina Vázquez.

Martina tiene 23 años, es entrenadora de niños en el club Colón desde hace 1 año y medio, y de la manera en la que lo expresa, podemos darnos cuenta,por el cariño que transmite en sus palabras, que la docencia en primera infancia es su vocación natural.

En el básquetbol, sus primeros pasos como jugadora los hizo en Capitol a los 12 años, con 11 años de trayectoria como jugadora y varios años como entrenadora, le consultamos sobre como ha sabido aprovechar la visión de cancha que uno aprende siendo DT y cuenta que «En realidad me ha servido para ver el juego desde otro lado y aprender a leer un poco más determinadas situaciones. Pero sinceramente separo mucho las dos cosas, cuando soy jugadora, soy jugadora y listo, no me gusta cuestionar todo. Y cuando los domingos me toca estar con los peques del otro lado, lo disfruto pila, es otro mundo».

Cuando uno juega, y cuando uno dirige, observa, generalmente, desde otro punto de vista a los árbitros, sobre esto admite que «Siempre fui de protestarle a los árbitros, es algo que desde que estoy del otro lado e intentado cambiar (me cuesta un monton) porque de alguna manera cuando sos docente pasas a ser un ejemplo y no está bueno que se vean ese tipo de actitudes dentro de la cancha».

Hablamos sobre las diferencias, de las chicas que acostumbran de niñas a jugar con planteles masculinos y luego pasan al femenino, y sobre las diferencias en los entrenamientos, para Martina «la mayor diferencia es que el masculino se juega con mucha más intensidad. Es un poco lo que nos falta a nosotras, estar bien físicamente y mantener el ritmo a lo largo de todo el partido».

El torneo este año tendra una duración de unos 4 meses, será mucho más intenso y muy parejo a nivel de juego. El plantel de Yale, tiene un equipo relativamente nuevo en la LFB, algunas jugadoras no se conocen demasiado entre sí, por eso, la jugadora cuenta que «Con el plantel retomamos las prácticas la semana pasada, somos un equipo que recién está conociéndose y por eso tenemos que ir acostumbrándonos a jugar juntas. Los entrenamientos vienen siendo intensos, todas teníamos muchas ganas de volver. El grupo está re bueno, a su vez somos todas de diferentes edades y creo que eso va a aportar pila a la hora de jugar. En lo personal, creo que, a las que somos nuevas, el club nos abrió las puertas de una manera impecable, haciéndonos sentir muy bien. Estoy con muchas ganas de arrancar».

Oriunda de Capitol, un club que supo tener plantel femenino, llegando a instancias definitorias más de una vez. Hoy, sin básquetbol femenino. Su opinón sobre este temas es general, expresa que «Creo que es importante que los clubes apuesten a tener planteles femeninos, no solo cambia la mirada hacia la institución sino que le da un plus, ademas es una manera de que la LFB crezca. Se qué hay clubes que no pueden mantenerlo por un tema económico, o porque no tienen horarios de cancha, pero otros es simplemente porque no quieren planteles femeninos. Estaría bueno de alguna manera poder cambiar esa perspectiva para que en futuro podamos ver más clubes y más chicas presentes en la liga. Es un desafío muy grande, cuando yo empecé a jugar en Capitol éramos solamente 4 cuadros en el campeonato mayor, y a lo largo de los años la liga fue creciendo un montón, pero todavía falta seguir insistiendo para poder conseguir mas logros.».

Una opinión personal, como solución para generar mayor visibilidad, sería obligar a los equipos que disputan la LUB a presentar planteles femeninos, al menos en una categoría. Sobre si cree que podría ser una solución dice » Sin dudas que si, sería un salto re importante. Pero creo que todavía estamos bastante lejos de poder llegar a eso. Se necesitan muchas mas jugadoras activas. Si bien el número ha crecido todavía somos pocas para todos los clubes que se presentan en primera división». Sobre el número de jugadoras, le consultamos si lo creía inferior por falta de chicas que quieran jugar o por falta de cantidad de equipos dispuestos a tener planteles femeninos, la jugadora cree que «Son pocos los clubes donde se puede jugar. Por varios años fuimos las mismas jugadoras que nos cambiábamos de un cuadro a otro. Además, hay muchos clubes que formaron femenino por uno o dos años, después cerraron y no se abrieron más, haciendo que nosotras tuviéramos que buscar otro lugar donde ir a jugar. Son pocos los que han perdurado a lo largo del tiempo. Se necesitan más clubes que sean comprometidos y constantes con los planteles femeninos».

Haciendo énfasis en sus estudios, le consultamos a la jugadora si cree que hay alguna edad en la que las chicas se dividen en, las que juegan por diversión y las que juegan para llegar a ser profesionales. En este tema toca varios puntos aclarando que «Creo que no existe determinada edad en la que te das cuenta, eso te surge si de verdad te apasiona lo qué haces. Igualmente aca en Uruguay es difícil pensar en jugar al basquetbol profesionalmente cuando los clubes te cobran las cuotas y a veces no tenes ni horarios de cancha. Claramente ahora han habido excepciones de jugadoras que se van al extranjero, pero por lo general son las que entrenan a parte y le dedican muchas horas de su vida a esto. No todas tienen esa posibilidad, algunas tienen que trabajar o estudiar para mantenerse. Nos falta mucho para que nuestro basquetbol sea profesional».

En cuanto a lo profesional, no hay casi apoyo de sponsor, en lo personal creo que las empresas están perdiendo una oportunidad única, sobre como lo ve ella ese tema dice que «Si claro, si bien la LFB ha crecido un montón, todavía se necesita mucha más difusión para que sea profesional. Estaría buenísimo que muchos mas sponsor colaboraran para que se les deje de cobrar la cuota a las jugadoras por ejemplo».

Volviendo al tema de la docencia, el entrenador es mucho más que una persona que te enseña a jugar al básquetbol, muchas veces, es un apoyo emocional, otras tantas, te crea valores, en este tema, la jugadora piensa unos instantes y dice «El entrenador puede dejar muchas marcas positivas o negativas en los niños. Ellos son muy receptivos y todo lo que uno les trasmite puede marcarlos para siempre, hay que ser muy cuidadosos. Creo que lo más importante que deberíamos transmitirles más allá de enseñarles a jugar al basquetbol son los valores importantes que deben estar presentes tanto en el juego como en la vida cotidiana».

Como jugadores y como entrenadores, siempre hay momentos que nos marcan, ella aclara que «En realidad recién estoy empezando en este mundo. Al principio tuve algunas situaciones que no sabía cómo manejarlas pero creo que es cuestión de agarrar experiencia, a medida qué pasa el tiempo uno va sabiendo cómo manejarse. Los peques de Colón son divinos y es un placer compartir momentos con ellos».

Para cerrar la nota, le consultamos sobre su futur y se emociona para contarnos que «Me gusta trabajar con niños. Espero seguir teniendo la oportunidad de hacerlo en el club que me toque. Por ahora no me veo trabajando con chicos más grandes».

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