Desde que desembarcó en la Liga Femenina Defensor Sporting se ha caracterizado por insertar poco a poco a jóvenes jugadoras en formación en el máximo torneo, siendo respetuosos con el proceso y sin acelerar pasos, es el caso de Rocío Etchevarne, quien está disputando su segundo torneo con minutos en cancha.
Rocío tiene 16 años cumplidos hace escasos meses, y en lo que va del torneo, ya ha tenido mayor cantidad de minutos y mayor incidencia en algunos partidos con respecto al año pasado, si tenemos en cuenta lo que mencioné anteriormente, se resume a una sola palabra: proceso.
Con ella charlamos hace pocos días para conocer sus expectativas con el básquetbol y como viene llevando los entrenamientos en las diferentes categorías, u17, u19 y mayores.
«Me genera motivación»

«Me genera mucha felicidad saber que estoy jugando y entrenando con compañeras de muy alto nivel que me ayudan a siempre dar mi 100% en cada práctica. También me genera más motivación para poder llegar a ser como ellas algún día».
Comenzó diciendo sobre lo que significa para ella poder disputar la liga y sobre los beneficios deportivos que esto incluye agregó «Además me ayuda a medirme con otras compañeras de otros equipos o con mis propias compañeras para lograr mejorar mis puntos débiles».
Defensor Sporting es el club que la vio nacer, donde comenzó sus primeros pasos en el básquetbol junto a su hermano, y, a pesar de sentirse como en casa, también reconoce y agradece. «La verdad no tengo nada para quejarme, es el club de toda mi vida. Desde los 3 años que estoy en Defensor y estoy re orgullosa y agradecida de cómo tratan al femenino y a las gurisas. Siempre agradezco la oportunidad que nos están dando a las de formativas de crecer».
«Sueño con…»

«Hay una gran diferencia en la intensidad de las prácticas y del contenido de ella, esto depende del objetivo de cada categoría. Pero todas las prácticas son divertidas y exigentes a la vez» comentó sobre la diferencia que encuentra entre las categorías, donde claramente se observa desde afuera que en cada una se apunta a objetivos diferentes.
Los sueños están para cumplirse, y Rocío tiene claros cuáles son sus sueños con respecto al básquetbol, donde deja escapar una ilusión que hoy es cada vez más real para nuestro básquet. «Sueño por lograr llegar a la mejor versión de mi, ya sea técnico táctico o como compañera, también aspirar a jugar en el exterior (Argentina) y que ojalá algún se pueda vivir del basket femenino, eso ya sería un logro para mí».
Con los pies sobre la tierra pero con sueños por cumplir, cerramos la entrevista hablando de su familia, donde podemos ver a su mamá en cada partido, semana a semana, y hasta en algunos entrenamientos, apoyando desde donde toque.
«Yo empecé a jugar gracias a qué iba a ver las prácticas de mi hermano cuando aún andaba en carrito y tenía 1 año, desde ahí supe que quería jugar al basket y convertirme como él. Siempre me han ayudado a que siempre intenté ser mejor de lo que fui ayer, si no fuera por ellos no se que sería de mi hoy».