La jóven Juliana Ferreira de 17 años debutó la pasada temporada en Urunday Universitario en Liga Femenina y tras 8 partidos disputados se mudó a la ciudad en donde hoy está jugando al básquet; Cleveland, Ohio. Con ella conversamos.
MUDANZA FAMILIAR
Por un proyecto familiar, Juliana se trasladó a Cleveland, Ohio, donde vive actualmente. «Llegué con la idea de ver si me podía mostrar, ver si tenía la oportunidad de poder crecer y jugar al básquetbol acá«.

Cuando una deportista se muda por motivos ajenos al básquetbol, es más complicado poder encontrar donde jugar, pero Juli no se rindió. «Vine sin conocer a nadie, sin tener contactos, hasta que un coach me vio en la plaza jugando y se acercó, me conectó con otros coach para poder hacer pre-temporada (Acá las clases empiezan en Agosto y el torneo es corto entonces la pre-temporada la tenes que hacer por tu cuenta).«
«ESTOY ESFORZÁNDOME MUCHÍSIMO»
Ferreira cuenta que está jugando en lo que sería para nosotros un «liceo», más precisamente en el Charles. F Brush, y que el equipo se llama Lady Arcs. «Se hacen Try Out para entrar en el equipo pero yo hice la pretemporada con el equipo y eso me dio la chance a que me viera el entrenador y no tener que hacer ninguna prueba para quedar».

El equipo juega con 7 jugadoras de 12 y Ferreira agrega entusiasmada «soy practicamente la sexta jugadora y tuve la oportunidad en varios juegos para entrar de titular. Es mucho más competitivo, más intenso y más rápido en comparación a lo que estaba acostumbrada, es otro nivel. Me vengo adaptando, tratando de entender la dinamica de ellos».
Hace pocas semanas la joven uruguaya convirtió 12 puntos en un partido, siendo una de las más destacadas del encuentro. Hoy llevan 12 partidos jugados y solo 2 perdidos, y agrega: «tenés que tener buenas notas para poder jugar, entonces estoy esforzándome ya que el inglés se me hace un poco difícil todavía».
«VOY POR UN SUEÑO»

Mudarze de país, a los 17 años, a pesar de haber ido acompañada de la familia, no es fácil, y Juli lo sabe «En lo personal extraño un montón, amigos, familia, el club. Pero se que estoy acá y que se me está dando con todo el esfuerzo que hago día a día, desde que empecé a jugar en Urupan en Pando, cuando fui a Urunday para jugar femenino y ahora acá en Estados Unidos, voy por un sueño y es poder jugar al básquetbol profesional en algun momento».