Charlamos con Victoria Pereyra, jugadora y entrenadora, en una entrevista donde nos enfocamos en su nuevo club, LAGOMAR.
Sobre el proyecto que está llevando a cabo Lagomar, Vico comenta que «El proyecto del club es darle al femenino la misma prioridad que al masculino, nos preparamos para ser competitivos en todas las categorías, somos conscientes que llevará un tiempo de adaptación y crecimiento, pero tienen su lugar en el club y lo aprovecharemos para que sean cada día mejores».
Victoria, aparte de jugadora es entrenadora, sobre su rol en el club nos cuenta que «tengo el rol de Coordinadora del basket masculino y femenino, entrenadora masculino y femenino y rol de jugadora del equipo mayor de Lagomar».
Vico jugaba en Hebraica Macabi hasta hace unas semanas atrás donde confirmó su pase a Lagomar, el cambio de club nunca es fácil, por eso agrega que «La energía de jugadoras jóvenes con ganas de aprender me impulsan día a día a entrenar más y más, dedicándome y decandoles cada vez más horas, me encanta el equipo que estamos armando y me llena de satisfacción. Será un equipo nuevo, lleno de ilusión, junto a un entrenador joven lleno de ganas de trabajar y formar un gran equipo» Y resalta que «Me siento muy feliz en Lagomar».
Sobre el equipo y sus carácteristicas admite que «Es un equipo básicamente de jugadoras jóvenes que tienen muchas ganas de aprender de crecer y de demostrar que ya están listas para competir, veremos cómo será la liga, pero sin duda confío mucho en ellas y en el cuerpo técnico que tenemos».
Todos los equipos tienen diferentes formas de manejarse con los planteles, en Lagomar «El femenino tiene la misma prioridad que el masculino entrenamos la misma cantidad de horas tanto de cancha como de físico, si hay algo que lagomar se caracteriza es de apoyar a las mujeres, el club apostó al basket femenino y la dedicación y esfuerzo es igualitaria para los dos géneros».
Para cerrar la entrevista, charlamos sobre el final de la LFB 2020, donde nos cuenta que «Realmente no tuvo el final que nos merecíamos, del lado de la FUBB hicieron lo que estuvo a su alcance para terminarla en las mejores condiciones que se podía sabiendo los recursos que tiene el basket femenino pero sin dudas no era lo que se merecía la liga.
Se invirtió mucho en el año por parte de todos los clubes para poder contar con extranjeras de excelente nivel, nos merecíamos un final diferente, de mi parte fui perjudicada 100% como jugadora, todo deportista que acepta competir lo hace en condiciones que no nos generen lesiones a nuestro físico que es con lo que podemos trabajar y en este caso quedé fuera de las canchas.
Tengo 3 operaciones en la rodilla y el médico me recomendó y prácticamente me prohibió entrenar y jugar en piso duro, si realmente quería seguir siendo jugadora como lo quiero y lo seguiré haciendo por algunos años más si la rodilla me permite, por lo cual me fue imposible terminar la competencia en la liga».