Yo opino: ¿Y por qué no?

Yo opino: ¿Y por qué no? No tengo la respuesta. Es que, a pesar de intentarlo, en mi cabeza no le encuentro algo negativo al proceso de sustentabilidad deportiva y económica en equipos amateurs de básquetbol femenino.

Amateurs porque a pesar de competir en la Liga Femenina de Básquetbol oficial de FUBB, la organización administrativa de la mayoría de las instituciones con respecto al básquetbol femenino, y por qué no, al básquetbol como deporte en sí, es muy amateur. Pero ese no es nuestro tema principal.

REDES SOCIALES

En Uruguay, el básquetbol no genera ingresos a sus jugadoras, sino, todo lo contrario, la mayoría debe pagar una cuota social a pesar de estar jugando en categoría mayores. Desde mi punto de vista, hay algunas modificaciones que podrían hacerse con un marketing deportivo bien aplicado, allí es a donde quiero apuntar este artículo.

Las redes sociales, aparecieron hace ya varias décadas, a pesar de esto, todavía no hemos entendido como utilizarlas para el bien común de una institución deportiva, redes sociales, que, no solo deben humanizar una marca/institución y con ello acercar a sus simpatizantes, sino que también son fundamentales para acercar empresas auspiciantes.

Pero no solo las redes sociales pueden generar ingresos a un equipo de básquetbol femenino, ya que, sin ningún lugar a duda, es un proceso que lleva un tiempo mayor y que sus frutos se verán a mediano y largo plazo.

¡SE PRECISAN!

El hincha precisa del marketing deportivo tanto como el marketing deportivo precisa del hincha. Un claro ejemplo es, un termo liso, marca X, vale en promedio $590, el mismo termo, de la misma marca, pero con una calcomanía de X equipo, vale $990. ¿Vale $400 una calcomanía? Claramente no, pero la pasión no sabe de números.

A sabiendas de esto, los equipos femeninos deberían poder vender sus propias camisetas, así como cualquier objeto de merchandising. No es una excusa el no tener capital para hacerlo, ya que la pre venta es la solución para dicho problema.

MUCHO PARA HACER

El mes pasado, Setiembre, mes de la diversidad. Si algún equipo hubiera hecho, por ejemplo, una camiseta especial para utilizar y esa misma camiseta, luego de haberse jugado un partido, las hubieran vendido, sorteado, rifado, o lo que desean, yo, en particular, hubiese comprado una. Las remeras, y sobre todo, las de utilería, tienen mucho valor sentimental para el hincha.

Este ejemplo que acabo de escribir, también se puede hacer a lo largo del año, en eventos como el día de la madre, con remeras con el apellido materno, o en las etapas finales, con remeras con una estampa que diga “Finales 2020”. Hay un sinfín de eventos que pueden ser de gran ayuda a la hora de vender merchandising.

Y ojo, esto no pasa solo con las remeras, también llaveros, calcomanías, mousepad, gorros, bufandas y cientos de artículos que el hincha quisiera tener.

Todas estas acciones de marketing deportivo, no solamente le generarán un ingreso económico al equipo que comience a hacerlo, sino que también acercará al hincha a apoyar al básquetbol femenino, ya que la pasión y el deporte, no saben de géneros.

Por Sergio Terevinto

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